Bogotá continúa concentrando más del 80% del capital levantado y más del 50% de las startups mapeadas, consolidando su posición como el núcleo del emprendimiento colombiano.

El ecosistema de startups en Colombia sigue creciendo con fuerza, pero enfrenta profundas tensiones entre su dinamismo y su acceso al capital.

De acuerdo con la cuarta edición del Colombia Tech Report 2024, elaborado por KPMG en alianza con actores clave como las Cámaras de Comercio de Bogotá, Cali, Barranquilla y Bucaramanga, y entidades como Andi, Ruta N e iNNpulsa, el país alcanzó un total de 2.126 startups activas, lo que representa un crecimiento del 24% frente al año anterior.

Este crecimiento sostenido, más del doble frente a las 1.100 startups contabilizadas en 2022, no solo evidencia un auge emprendedor, sino también un ecosistema más visible y mejor articulado. Fintech, con el 19% del total de startups, y SaaS, con el 11%, lideran la expansión, mientras sectores como HealthTech, EdTech, y MarTech se consolidan en un ecosistema cada vez más diverso y orientado hacia la tecnología.

Sin embargo, esta vitalidad contrasta con una estructura de financiamiento que sigue mostrando cuellos de botella. El 80% del ecosistema permanece en etapas tempranas y más de la mitad de las startups no ha recibido inversión externa. En consecuencia, el bootstrapping se ha vuelto la principal fuente de crecimiento: el 57% de las empresas emergentes se financia con recursos propios, lo que refleja una estrategia conservadora pero resiliente ante la dificultad de levantar capital en rondas semilla o pre-semilla.

“Estamos viendo un ecosistema que crece en número, pero sobre todo en calidad”, expresó María Paula Peñaranda, gerente de Innovación y líder del programa Emerging Giants de KPMG en Colombia. “Más regiones están innovando, más sectores están emergiendo y se refuerza la idea de que la sostenibilidad y la tecnología son claves para el futuro empresarial del país”.

A pesar de que Colombia se consolida como el tercer país de América Latina que más capital levanta —con US$513 millones en 104 acuerdos, detrás de Brasil y México—, el Colombia Tech Report alerta sobre una preocupante concentración de los recursos. Cinco startups captaron el 80% del total de la deuda levantada en el país, una muestra del reducido número de empresas capaces de acceder a estructuras financieras complejas y escalables.

Fintech no solo lidera en número de startups, también se lleva el 50% del capital invertido en el país. Le siguen SaaS, con el 21%, y HealthTech, con el 16%, que se benefician de su capacidad de escalar con costos operativos relativamente bajos. Este patrón deja por fuera a sectores como Retail, Media o Telecom, donde la innovación es reconocida pero los modelos de negocio aún no convencen a los fondos por falta de unit economics sólidos.

En ese contexto, el venture debt ha ganado protagonismo como alternativa al equity, especialmente en 2024, cuando muchas startups optaron por deuda para evitar rondas a valuaciones castigadas. Este giro sugiere un ecosistema financiero más sofisticado, pero también un menor apetito por el riesgo por parte de los inversionistas tradicionales.

Bogotá continúa concentrando más del 80% del capital levantado y más del 50% de las startups mapeadas, consolidando su posición como el núcleo del emprendimiento colombiano. Sin embargo, otras ciudades empiezan a ganar tracción. Medellín ya representa el 25% del ecosistema, Cali ha alcanzado el 11% y Barranquilla y Bucaramanga siguen consolidando sus comunidades de emprendimiento con el 4% y 3%, respectivamente.

Este avance regional se ha visto reflejado en la selección de las diez startups promesa del país, destacadas por Starter y el Colombia Tech Report. Entre ellas figuran Celes (Barranquilla), Kiggu, Zulu, Supra y CarryT (Bogotá), Vozy y B2chat (Medellín), Vaas y WeKall (Cali), y Cluvi (Buga). Todas ellas superan los US$900.000 en ingresos o han captado más de US$500.000 en capital, y operan con equipos reducidos —entre cinco y diez empleados—, lo que subraya la eficiencia como característica clave de esta nueva generación de empresas.

El 64% de las startups en Colombia operan bajo modelos B2B, atraídas por menores costos de adquisición de clientes y mayor previsibilidad en sus ciclos de venta. Este modelo ha probado ser más eficiente en un país donde el consumo masivo enfrenta limitaciones de poder adquisitivo. Las startups SaaS B2B, en particular, reportan márgenes brutos superiores al 70% y baja rotación de clientes, lo que las convierte en favoritas para el capital de riesgo.

La inteligencia artificial se posiciona como una capa transversal más que como una categoría en sí misma. Los inversionistas valoran su aplicación práctica en sectores como Fintech, HealthTech y logística, aunque señalan que pocas startups colombianas están desarrollando tecnología base. Esta dependencia de proveedores externos podría limitar su competitividad a largo plazo.

El informe también lanza una advertencia: sin métricas claras y tracción comprobada, levantar capital será cada vez más difícil. La narrativa ya no es suficiente. Fondos e inversionistas esperan fundamentos sólidos, especialmente en un entorno global donde el capital se vuelve más exigente.

En cuanto a soluciones estructurales, el Colombia Tech Report propone adoptar modelos como el surcoreano, que contempla la creación de un Ministerio de Startups y fondos de fondos públicos para movilizar inversión privada. Actualmente, solo el 6% de las startups colombianas ha recibido inversión de grandes corporativos, lo que evidencia el bajo desarrollo del Corporate Venture Capital (CVC) en el país.

El talento, sin embargo, no está en duda. Colombia se proyecta como tierra fértil para los próximos unicornios de América Latina, pero deberá superar barreras culturales como la baja ambición, la aversión al riesgo y la escasa cultura de iteración rápida.

A pesar de los retos, la historia del emprendimiento colombiano en 2024 es una de crecimiento sostenido, sofisticación financiera incipiente y consolidación regional. La pregunta clave será si el capital y la política pública logran acompañar ese dinamismo.