Una startup fundada en Medellín está construyendo desde cero la red de internet fijo más rápida y barata de Colombia. Con tecnología propia y una cultura sin jerarquías, Somos ya se está tornando en un competidor serio para Claro, Tigo, Movistar y ETB.

Cuando Forrest Heath llegó a Medellín en 2018, no hablaba español, no tenía experiencia previa en telecomunicaciones y mucho menos un plan definido.

Toda su vida la había pasado entre Carolina del Norte, Washington D.C. y San Francisco, en Estados Unidos.

Lo movía la obsesión por los sistemas complejos. Pensaba que el caos de la infraestructura tecnológica global era una oportunidad para quien pudiera entender, rediseñar y simplificar.

En invierno de 2021 fue admitido en Y Combinator, la aceleradora de startups más relevante del mundo, con apenas una idea.

Hoy, lidera Somos Internet, una startup colombiana que está construyendo desde cero una red de internet fijo para hogares y empresas, con estándares de centro de datos, desafiando directamente a Claro, Tigo, Movistar y ETB con una promesa radical: ofrecer velocidad de clase empresarial —hasta 2 Gbps— a usuarios residenciales por una fracción del precio.

“Queríamos estar muy robustos en Medellín y alrededores antes de llegar a otra ciudad”, dice Heath en entrevista con Forbes, con ganas de dar detalles de su reciente expansión a Bogotá, que ya involucra una inversión de al menos US$3 millones. “Estábamos intensificando Medellín antes de llegar a otra ciudad”, repite, como si la frase explicara su obsesión por perfeccionar antes de escalar.

La historia de Somos Internet empieza literalmente en los techos de los barrios populares de Medellín. Heath y su equipo, aún sin saberlo, montaban redes Wi-Fi en territorios dominados por criminales. “Negociábamos con líderes locales, sin saber que eran jefes de plaza”, recuerda. Incluso uno le preguntó si podía invertir en la compañía. No lo hizo.

Pero aquella versión inicial, que lograba cobertura para miles de usuarios en zonas marginadas, no era escalable. La solución llegó con una pregunta sencilla: ¿y si en lugar de extender lo que ya existe, construimos todo desde cero?

Mientras la mayoría de los operadores implementan lo que Forrest llama “cables viejos con luz”, Somos se propuso replicar el modelo de red de las grandes tecnológicas como Google o Meta. “Todo el mundo está desplegando fibra que es Gigabytes optimized networks, es la misma arquitectura y cableado de hace 20 años. La transmisión es con luz, con cables viejos”, explica. “Nosotros traemos una nueva tecnología para llegar a la última milla”.

El modelo que usa Somos consiste en instalar redes de internet que funcionan como anillos, rodeando diferentes zonas de la ciudad y conectándose directamente a centros de datos. A diferencia de las redes tradicionales, que funcionan en línea recta y se caen si algo falla en un punto, esta red tiene varios caminos alternativos, lo que permite mantener la conexión incluso si hay fallas. Gracias a esta tecnología, pueden ofrecer velocidades muy altas —hasta 1 gigabit por segundo— a hogares comunes, y hacerlo a un costo hasta 10 veces menor que el de otros proveedores del mercado.

“Nuestro plan básico es de 800 Mbps, nadie más puede ofrecer esto”, asegura Heath. “El costo es de 10 veces menor por cliente que otros proveedores de internet”.

Aún se ve que hay que usuarios pagan cerca de un millón de pesos por planes empresariales que no funcionan, como le ocurrió a un posproductor de cine venezolano radicado en Medellín, que tenía muchas dificultades para transferir archivos pesados. La promesa de Somos no es solo técnica: es una declaración de guerra. “Tenía un plan por el que pagaba casi 1 millón de pesos, y no le funcionaba super bien. Cuando llegó Somos, probó el plan pro y se quedó”, recuerda Daniel Upegui, VP de Marketing. “¿Por qué no puede volverse un estándar ver películas en 4K? Tenemos el 4K prohibido porque uno sabe que le carga mal. Pero ese lujo debería ser accesible”.

Al cierre del 2024, con más de 30.500 usuarios activos y presencia en Medellín y Bogotá, Somos Internet ya era el 14.º mayor proveedor de internet fijo en Colombia por números de accesos fijos, según cifras del Ministerio de las TIC. Muy por debajo de Claro (3,2 millones de accesos), Tigo (1,6 millones), Movistar (1,5 millones) y ETB (584.955), pero compitiendo en un segmento donde la experiencia puede llegar a pesar más que la escala.

La apuesta está en la integración vertical. Desde el router en el apartamento hasta los cables submarinos en Barranquilla, Somos controla todo.

“No estamos construyendo una red de cable, estamos construyendo una red de centro de datos distribuida por toda la ciudad”, afirma Heath. “Armamos una nueva forma de tener esta arquitectura de centro de datos llegando a tu apartamento”.

Una de las barreras que tienen, es convencer a administradores de edificios y conjuntos residenciales que dejen entrar un proveedor casi que desconocido a instalar cableado.

“Tenemos un equipo de viabilidad, entiendo las dudas de los administradores de edificios y conjuntos con las experiencias que viven con otros operadores”, reconoce Ross Garlick, CFO de Somos Internet. “Acá lo estamos haciendo de una forma más eficiente y atendiendo todas las dudas”.

La operación es propia, incluyendo el diseño industrial de los routers, el software de soporte (integrado por WhatsApp), y los equipos técnicos encargados de las instalaciones.

El router de Somos no es una caja negra, es una luz decorativa. Foto: Somos Internet.

“Estamos operando un ISP para operar la tecnología, pero estamos armando todo el stack verticalmente integrado”, dice Heath. La atención al cliente, por ejemplo, no está tercerizada: el chat, el instalador y el soporte técnico son empleados de Somos.

“La persona que está instalando en la casa es alguien que está trabajando con Somos”, añade. “Tenemos software que mide todo el performance. Hay muchos ojos viendo qué está pasando”.

Con una red de 700 km de fibra desplegada entre Medellín y Bogotá, y una operación que ya es rentable en la capital antioqueña, Somos dice haber alcanzado EBITDA positivo en Medellín y espera lograrlo a nivel compañía a mediados de 2025. “La operación en Medellín está rentable en el día a día”, afirma Heath. El foco, ahora, es escalar.

Ha recaudado más de US$17 millones en capital y US$30 millones en deuda estructurada con fondos como Architect, de San Francisco. Entre sus inversionistas están Nazca, K50 Ventures, Arrive (de Jay-Z), Kaszek -la mayor firma latinoamericana de capital de riesgo-, Y Combinator y, a título personal, líderes como Matías Muchnick (NotCo), Pierpaolo Barbieri (Ualá) y Freddy Vega (Platzi). Su objetivo para 2025: alcanzar 65.000 usuarios, incluyendo 10.000 en Bogotá.

En la capital, ya tienen cobertura en Chicó Norte, Chapinero Alto y El Nogal. La expansión contempla Usaquén, Unicentro, Cedritos, Suba, Engativá, Kennedy y Fontibón. Pero Heath insiste: “Será la demanda la que guíe los esfuerzos de expansión”.

Mientras tanto, la estrategia B2B ya está en marcha. “Mercado Libre es cliente, también Auteco”, revela Heath. “Estamos conectando diferentes clientes empresariales en Bogotá”.

La ambición va más allá de vender planes corporativos: Somos está negociando directamente con operadores de cables submarinos, como en Brasil, para mejorar la conectividad hasta Miami.

“Estamos interfacing con los cables submarinos (es decir, conectándonos directamente con las redes internacionales de internet que llegan al país por el océano), operamos nuestro backbone nacional (la red principal de fibra óptica que recorre Colombia) y queremos convertirnos en carrier (un operador mayorista que puede vender capacidad de red a otras empresas)”, agrega.

En ese esquema, el costo por cliente se reduce a mínimos impensables: “Hoy en día en el mercado latinoamericano está entre US$80 y US$120 por cliente. Nosotros estamos por debajo de US$10”, dice. Y agrega: “El problema de todas las redes actuales es que son redes cableteras de hace 20 años. Cuando la gente está en la casa a las 8 p.m. no puede navegar correctamente. Nosotros estamos entregando business-class a todos”.

La cultura, por supuesto, juega su parte. Heath describe a su equipo como “piratas inteligentes”. La mayoría son colombianos que volvieron al país tras trabajar en empresas como Amazon. “Estamos trayendo de regreso a los mejores talentos de Colombia”, afirma. “No queremos traer tecnología de China o Europa. Queremos exportar tecnología desde Colombia al mundo”.

Con más de 500 empleados, incluyendo 80 ingenieros, Somos mantiene una estructura horizontal y una cultura de cero política. “Yo llego a la oficina en botas, me siento en el piso y hablo con todos”, cuenta Heath. “No somos IBM. Queremos ser SpaceX”.

Garlick, lo resume con una filosofía que permea la cultura de la compañía: “No se trata de competir con el mercado. Queremos competir con nosotros mismos”.