El Gobierno anticipará parte del recaudo del impuesto de renta de 2026 con nuevo decreto de autorretención.

El Gobierno de Colombia oficializó una medida para anticipar parte del impuesto de renta de 2026 al presente año, con el objetivo de reforzar el recaudo tributario en medio de crecientes presiones fiscales.

El Ministerio de Hacienda expidió el Decreto 0572 de 2025, que modifica las tarifas de autorretención en la fuente para las empresas y reduce los umbrales mínimos para su aplicación, con impactos directos en sectores como agricultura, hidrocarburos, transporte y comercio.

La norma establece que las nuevas tarifas, que entrarán en vigor el 1 de junio, oscilarán entre 0,55% y 3,5% dependiendo del sector económico, y que los contribuyentes deberán empezar a aplicar las modificaciones en el mismo ejercicio fiscal en que se causa el impuesto. En el caso de los ingresos clasificados como “otros”, las tarifas podrán llegar hasta un 4,5%, aunque el Gobierno se reserva la posibilidad de fijar porcentajes inferiores en sectores específicos.

“La medida desarrolla el principio de sostenibilidad fiscal y evita traumatismos presupuestarios para el Estado al procurar el recaudo del impuesto sobre la renta en la misma vigencia en la que se causa”, justificó el Ministerio de Hacienda en el texto del decreto.

Sin embargo, la decisión ha generado críticas entre expertos y sectores productivos, que advierten sobre un posible impacto negativo en el flujo de caja de las empresas y una pérdida de ingresos fiscales en 2026. “No es una buena idea”, dijo el exministro de Hacienda José Manuel Restrepo, quien alertó que la administración entrante podría enfrentar un vacío fiscal debido a esta anticipación de recursos.

De acuerdo con el documento, sectores como el agrícola, textil, turismo y educación verán incrementos en sus obligaciones de autorretención, lo cual ha despertado preocupación gremial. La Asociación Nacional de Instituciones Financieras (ANIF) reconoció que el ajuste podría aliviar las tensiones de liquidez actuales, pero advirtió sobre sus efectos contractivos a mediano plazo.

Entre los cambios adicionales, se reducen los topes de retención para compras agrícolas y pecuarias de 92 a 70 UVT, y para café pergamino o cereza de 160 a 70 UVT, manteniendo tarifas de 1,5% y 0,5%, respectivamente. En las adquisiciones de oro, la retención pasa de 1% a 2,5%, y en vivienda de habitación, se aplicará una tarifa de 1% desde las 10.000 UVT, en lugar de las 20.000 anteriores.

“El sector de agricultura y ganadería evidencia la implementación de una agenda gubernamental orientada a fortalecer el sector primario”, argumentó el Ministerio, que también resaltó el desempeño histórico del sector cafetero en 2024.

El representante opositor Andrés Forero (Centro Democrático) calificó la decisión como “expropiatoria” y advirtió sobre el riesgo de nuevas protestas sociales: “Quizá sean los cafeteros y transportadores los de un ‘paro nacional’”.

Fedesarrollo ha estimado que esta modificación al esquema de retenciones podría generar un recaudo adicional cercano a los $13,9 billones, lo que equivale a una mini-reforma tributaria sin pasar por el Congreso.

Pese a sus objetivos de sostenibilidad fiscal, el propio Gobierno reconoció en el decreto que la medida implicará una menor entrada de recursos en 2026: “El aumento de la autorretención en la fuente en el año gravable 2025 disminuiría el anticipo que deben liquidar y pagar los contribuyentes en el año gravable 2026”.