Con un desfase en ingresos de $27 billones y mayor gasto de $21 billones, si el Gobierno no busca nuevas fuentes de ingreso o ajusta el gasto, el déficit fiscal llegaría a niveles solo comparables con la pandemia.
Un informe del Banco de Bogotá, elaborado por su equipo de Investigaciones Económicas, IE, analiza el preocupante panorama fiscal de Colombia en 2025, justo antes de la publicación del Marco Fiscal de Mediano Plazo (MFMP).
El documento advierte que, sin ajustes en el gasto o nuevas fuentes de ingreso, el déficit fiscal del Gobierno Nacional Central (GNC) podría alcanzar el 7.8% del PIB, $138.8 billones, el mayor de la historia, comparable únicamente con el de la pandemia.
Esta alarmante proyección surge de un faltante en los ingresos estimado en $27 billones y un gasto primario superior al previsto en $21 billones.
Aunque el Plan Financiero de 2025 contemplaba un gasto primario (funcionamiento e inversión) de $332.4 billones con una fuerte subejecución presupuestal, el ministro de Hacienda, Germán Ávila Plazas, reconoció que este monto será revisado al alza en al menos $18 billones.
No obstante, los analistas del banco estiman que el incremento real podría llegar a $21 billones o incluso $49 billones en escenarios de alta ejecución presupuestal similares a los de 2021-2023.
Entre enero y abril de 2025, el gasto primario ya muestra señales de presión, con un promedio mensual de $29 billones, por encima de la meta implícita. Este comportamiento se explica por una ejecución acelerada del rezago presupuestal en enero fuera de $38.1 B, un máximo histórico.
Sin embargo, una vez la ejecución del rezago moderó, el gasto primario también lo hizo, dice IE. En efecto, el gasto primario se redujo hasta un promedio de $26 B entre febrero y abril, debajo de la meta del PF.
“Si bien es positivo, pues sugiere que el Gobierno está logrando contener las presiones de gasto, la realidad es que, en el inicio del año, normalmente, las presiones de gasto son inferiores a las del resto del periodo”.
Con base en distintas combinaciones de ejecución presupuestal, se estima que cumplir la meta de gasto requeriría niveles de eficiencia inéditos, algo poco realista dada la experiencia reciente. Por lo tanto, es altamente probable que el gasto se dispare y agrave el desequilibrio fiscal.
Aunque el Gobierno podría apelar nuevamente a las llamadas Transacciones de Única Vez (TUV) para justificar el incumplimiento de la Regla Fiscal —como devoluciones tributarias elevadas o gastos coyunturales por emergencias—, lo cierto es que la sostenibilidad de las finanzas públicas está en riesgo. De concretarse este déficit, la deuda neta del GNC superaría el 63% del PIB, un máximo histórico, lo que podría desencadenar una rebaja en la calificación crediticia del país.
El informe concluye que el debate debe pasar del cumplimiento formal de la Regla Fiscal hacia una discusión más profunda sobre la sostenibilidad estructural de las finanzas públicas.
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