La entidad prevé un 2025 con crecimiento moderado, inflación por encima de la meta y fuerte presión sobre las finanzas públicas.
La Dirección de Investigaciones Económicas, Sectoriales y de Mercado de Bancolombia mantuvo su proyección de crecimiento del PIB en 2,6 % para 2025, en un contexto de recuperación moderada liderada por el sector privado. Si bien este dato está en línea con otras estimaciones, como las del Banco de la República, la entidad advierte sobre “presiones inflacionarias persistentes”, un déficit fiscal creciente y riesgos que podrían comprometer la estabilidad macroeconómica del país.
Según la entidad financiera, el repunte estará impulsado principalmente por el consumo privado, beneficiado por tasas de interés más bajas, un mercado laboral relativamente estable, mayor ingreso por remesas y una menor inflación. Estos factores benefician a sectores como comercio, transporte, alojamiento, agro y entretenimiento, que aportarían al crecimiento.
En el primer trimestre de 2025, el crecimiento económico fue de 2,7% anual, según datos del DANE, y se espera que la tendencia se mantenga a lo largo del año. Otras entidades financieras como BBVA Research y ANIF también proyectan un crecimiento moderado, aunque con estimaciones más conservadoras, entre 2,3 % y 2,4 %.
En materia de inflación, Bancolombia elevó su pronóstico para cierre de 2025 del 4,4% al 5,1%, por encima del rango meta del Banco de la República. Esta revisión al alza responde a presiones persistentes en servicios, alimentos y precios regulados, así como al efecto de indexación derivado del incremento del salario mínimo para este año.
La inflación básica, que excluye alimentos y regulados, se ubicaría en 4,3 %, lo que indicaría un proceso de desinflación más lento de lo esperado. En este escenario, anticipan que la tasa de interés del Banco de la República cierre el año en 8,25 %, lo que implicaría una política monetaria aún restrictiva.
En el frente fiscal, la entidad proyecta un deterioro relevante: el déficit del Gobierno Nacional Central alcanzaría el 7,1 % del PIB en 2025, frente a un 5,9 % previsto anteriormente. Por otro lado se estima que la deuda pública se elevará al 63,3 % del PIB. Este aumento responde a menores ingresos tributarios, rezagos presupuestales y la activación de la cláusula de escape de la regla fiscal, que permite mayor flexibilidad en el gasto.
Además, el fortalecimiento de la demanda interna generaría un mayor déficit comercial, ya que las importaciones crecerían más rápido que las exportaciones. El petróleo y el carbón seguirían limitados por precios internacionales bajos y menor producción. A diferencia de las exportaciones no tradicionales y de servicios que mostrarían un mejor comportamiento. Se espera que la inversión extranjera directa se concentre en sectores distintos al minero energético.
Se espera que el dólar suba de forma moderada frente al peso en 2025, con un promedio cercano a los $4.237. Este aumento estaría relacionado con el alto gasto del Gobierno, el riesgo de perder la calificación crediticia del país y las decisiones sobre tasas de interés en Estados Unidos. Aun así, la llegada de inversión extranjera y el interés por los activos colombianos podrían ayudar a que el peso no se debilite tanto.