La compañía dueña de EPS Sanitas calificó la intervención del Gobierno como “una estrategia premeditada y arbitraria” y advirtió que recibe la entidad “altamente comprometida financieramente y con servicios deteriorados”.
El grupo Keralty, propietario de la EPS Sanitas, reaccionó con firmeza este jueves al fallo de la Corte Constitucional que revocó la intervención de la Superintendencia Nacional de Salud sobre la aseguradora de salud, calificando la decisión judicial como una reivindicación legal pero advirtiendo que el daño causado es profundo e irreversible sin una pronta solución financiera al sistema.
“La justicia colombiana nos ha dado la razón: se ha declarado ilegal la intervención de nuestra EPS Sanitas. Después de quince largos meses de arbitrariedades, persecuciones y silencios, se nos devuelve lo que nunca debió ser arrebatado”, dijo Keralty en un comunicado, en el que calificó la intervención como una estrategia “premeditada, arbitraria, malévola, deliberada y anunciada”.
En abril de 2024, la Superintendencia prorrogó la intervención administrativa sobre Sanitas por supuestas fallas financieras y en la prestación de servicios a sus más de 5,8 millones de afiliados. Sin embargo, la Corte consideró que la medida fue tomada sin respetar el debido proceso, ordenando la restitución de la EPS a sus accionistas.
Keralty aseguró que la empresa vuelve ahora “devastada”, con servicios deteriorados, redes fragmentadas y un equipo humano afectado.
“No queremos venganza. Pero sí exigimos reparación integral, verdad y responsabilidades”, señaló la compañía, que anunció acciones legales tanto en tribunales nacionales como internacionales.
La empresa también reiteró que el problema de fondo sigue sin resolverse: la sostenibilidad financiera del sistema de salud. “Hace cerca de dos años, en conjunto con la EPS Sura y la EPS Compensar, alertamos de manera oportuna y responsable la angustiosa situación financiera”, recordó, citando como causas la insuficiencia de la Unidad de Pago por Capitación (UPC), el desequilibrio en la concentración de riesgos y las deudas acumuladas.
Keralty hizo un llamado a una “coalición ética y técnica” para reconstruir el sistema, involucrando a prestadores, usuarios, funcionarios públicos, partidos políticos y la sociedad civil. “Nos devolvieron lo que es nuestro, pero no nos devuelven intacta ni la estructura ni el alma de EPS Sanitas”, afirmó.
Finalmente, la compañía advirtió que si el Gobierno no cumple con sus obligaciones financieras, se verán obligados a desistir de continuar operando. “No nos quedará otra alternativa que desistir de nuestro propósito y voluntad de seguir adelante”, concluyó el comunicado.