Los pagos digitales en Colombia ganan participación de mercado, pero aún están lejos de derrocar al rey: el efectivo.

Mucho se habla sobre el crecimiento de la bancarización, el auge de los medios de pago digitales, las transferencias inmediatas y otros servicios y funcionalidades innovadores en la industria financiera colombiana. Desde hace varias décadas se tiene el convencimiento de que las transacciones en efectivo van a ir disminuyendo significativamente su presencia en la comercialización de bienes y servicios.

Nada más alejado de la realidad, hoy todavía la participación de operaciones monetarias realizadas con efectivo en nuestro país es cercana al 70%, índice que se puede explicar por diferentes razones.

Manejamos un sistema de bancarización con acceso limitado a servicios financieros, especialmente en zonas rurales o apartadas; para estas comunidades el efectivo es su principal medio de intercambio. Otro sector de la población prefiere el efectivo por los mitos y creencias generados alrededor de los sistemas bancarios, miedo al fraude digital o simplemente por hábitos culturales. El efectivo es un medio de pago sobre el que todos tenemos control y conocimiento en su manejo: no requiere tecnología, señal de internet ni dispositivos. Cualquier persona, sin importar su nivel educativo o socioeconómico, sabe cómo utilizarlo.

No podemos olvidar que un alto porcentaje de nuestra economía es informal, y este sector usa, como medio de pago principal, el efectivo. Comerciantes, vendedores ambulantes y negocios de barrio, acostumbran a preferir pagos con dinero físico. El transporte público (buses, taxis y moto-taxis en poblaciones rurales), plazas de mercado, panaderías, entre otros, son sectores en donde el efectivo es la moneda de cambio por excelencia. Parte de las remesas y transferencias informales enviadas por familiares desde otras ciudades suelen ser recibidas en efectivo.

Dentro de este entorno, los cajeros automáticos se convierten en una herramienta de inclusión financiera y la solución ideal para atender la demanda de transacciones con destino a terceros que necesitan recibir su dinero… en efectivo por supuesto.

Por eso, venimos adelantando un proyecto de innovación en el que el objetivo es poder atender la última punta del Sistema de Pagos Inmediatos e Interoperables del Banco de la República (Bre-B), para que la población con limitaciones de acceso a las transferencias electrónicas pueda recibir y enviar dinero interoperable y en tiempo real, retirando el efectivo.

El efectivo continuará siendo esencial en la economía diaria de los colombianos, pero podemos continuar innovando con tecnología y apostar por la inclusión financiera de un importante segmento de la población en nuestro país.

Por: Luis Eduardo Díaz*
*El autor es el gerente general de Servibanca.

Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes Colombia