En su más reciente libro el magnate y filántropo plantea las que considera las soluciones para superar la crisis climática. Le contamos cuáles son.

“Hay dos números que necesitas saber sobre cambio climático. El primero es 51.000 millones. El otro es cero. 51.000 millones es el número aproximado de toneladas de gases causantes del efecto invernadero que el mundo aporta cada año a la atmósfera. Aunque la cifra puede aumentar o disminuir ligeramente de un año al otro, por lo general tiende a crecer. Esta es la situación en la actualidad. Cero es la cantidad a la que debemos aspirar. Para frenar el calentamiento y prevenir los peores efectos del cambio climático –que serán muy nocivos–, los humanos debemos dejar de emitir gases de efecto invernadero a la atmósfera. Si esto parece complicado es porque lo será.” (Bill Gates, 2021).

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Estas son las líneas introductorias de How to Avoid a Climate Disaster: The Solutions We Have and the Breakthroughs We Need, el más reciente libro de Bill Gates publicado en inglés y en español en febrero de 2021.

Allí Gates presenta para los próximos 10 años una revolucionaria y pragmática propuesta que requiere intervenciones de los gobiernos (políticas e incentivos para amortizar los costos de las soluciones bajas en emisiones), las empresas y cada individuo (como consumidor, ciudadano, empleador o empleado) hacia una transformación positiva de casi todo lo que hacemos actualmente para que el mundo pueda llegar a cero emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) al 2050 y, de esta manera, evitar una catástrofe climática.

Para el cuarto hombre más rico del planeta, este será uno de los mayores desafíos que los humanos deben llevar a cabo para asegurar su perdurabilidad en la Tierra.

Aunque Gates tiene una gigantesca huella de carbono a nivel personal y no es científico -y esto lo enfatiza en el libro- sí lleva más de 15 años interactuando activamente con científicos climáticos y expertos en energía y agricultura, y por esto logra presentar de una manera clara los aspectos científicos del cambio climático. Sobre esta problemática, el fundador de Microsoft y de la Bill & Melinda Gates Foundation presenta una visión optimista basada en la innovación, la cual define como el poder para inventar. 

Gates clasifica la emisión de gases de efecto invernadero en cinco categorías en las que necesitamos encontrar soluciones y transformaciones innovadoras para llegar a cero emisiones: ¿cómo nos enchufamos a la electricidad? (27 % de emisiones globales de GEI); ¿cómo fabricamos las cosas –cemento, acero y plástico–? (31 % de emisiones globales de GEI); ¿cómo cultivamos –incluyendo actividades agrícolas y ganaderas–? (19 % de emisiones globales de GEI); ¿cómo nos desplazamos? (16 % de emisiones globales de GEI); y ¿cómo nos refrescamos y mantenemos calientes? (7 % de las emisiones globales de GEI).

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Aunque no está en el libro, entre las diferentes contribuciones de Bill Gates a proveer soluciones para el cambio climático en la última década está la financiación del experimento de perturbación controlada de la estratósfera (SCoPEx por sus siglas en inglés) para atenuar la luz solar y con esto conseguir un enfriamiento global. 

Esto sería un plan B” para el cambio climático en caso de no lograrse una acción mundial coordinada de cooperación internacional, políticas climáticas, estructuras de mercados y tecnologías. Este experimento científico, que está sustentado en cuatro décadas de investigación sobre química ambiental de la capa de ozono de grupos de investigación como el Keutsch de Harvard, busca avanzar en el entendimiento de los aerosoles estratosféricos que podrían ser relevantes para la geoingeniería solar, como el polvo de carbonato de calcio (CaCO3) y algunos otros sulfatos que se han propuesto liberar en la atmósfera.

La geoingeniería solar, de manera general, es un conjunto de intervenciones para conseguir que la radiación solar se refleje al espacio, buscando con esto enfriar el planeta. Además de inyectar aerosoles en la estratósfera, las intervenciones propuestas también incluyen, por ejemplo, el aclaramiento de las nubes sobre los océanos.

Aunque la geoingeniería solar tendría el potencial de limitar algunos efectos climáticos, también hay cuestionamientos científicos, de gobernanza y éticos sobre los riesgos, costos e impactos de tales intervenciones climáticas.

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De hecho, en el 2015 el Consejo de Investigación Nacional de las Academias Nacionales (de Ciencias, Ingeniería y Medicina) presentó un reporte técnico en el cual se identifican los efectos adversos de estas intervenciones y las razones por las cuales social, económica y geopolíticamente el proyecto podría ser inviable.  Además, algunos científicos manifiestan que estas intervenciones técnicas propuestas no podrían sustituir a la mitigación de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) como respuesta a los riesgos del cambio climático, ya que solo enmascararían algunos de los efectos del calentamiento global.

Otros estudios indican que este tipo de intervenciones pueden llevar a un enfriamiento excesivo, lo cual puede desatar conflictos entre los países que prefieren temperaturas diferentes y aumentar las pérdidas económicas y la desigualdad.

Finalmente, recomiendo leer el artículo que escribe Kerry A. Dolan, de la revista Forbes, a partir de una entrevista exclusiva con Bill Gates sobre su libro.

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LinkedIn: María Alejandra Gonzalez-Perez
Twitter:@alegp1
*La autora es profesora titular de la universidad Eafit. Es presidente para América Latina y El Caribe de la Academia de Negocios Internacionales (AIB). PhD en Negocios Internacionales y Responsabilidad Social Empresarial de la Universidad Nacional de Irlanda.