Durante julio el dólar alcanzó a negociarse por encima de los $3.900. ¿Qué significa esto y qué efectos tiene?

Sin lugar a dudas el seguimiento del dólar en Colombia siempre ha sido un tema importante, pero durante esta coyuntura que nos ha traído la pandemia se ha convertido en casi una obsesión. Y no es para menos, ya que hemos visto mucha volatilidad en el mercado donde parece que cada mes y medio se llegaran a tasa cada vez más altas.  

El turno ahora es para julio, donde en ese mes se alcanzó a negociar por encima de $3.900 en varias jornadas lo que hizo sentir de nuevo muy cerca esa antes mítica resistencia de $4.000 pesos por dólar.

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Los mercados de divisas funcionan en dos niveles básicos, son un mecanismo de transmisión de fuerzas globales a mercados locales a través de los flujos derivados del comercio internacional y la inversión, y al mismo tiempo reflejan las percepciones sobre el comportamiento de variables económicas y políticas locales.

Para poder entender cuáles son las razones detrás de este comportamiento específicamente para nuestro mercado, me valdré de tres elementos que considero permiten cuantificar de alguna manera dichos efectos locales y globales, la tasa de cambio peso dólar, el índice DXY de Bloomberg y el nivel del CDS Spread de los bonos de 10 años de Colombia.

Grafico. Elaboración propia. Datos Bloomberg

Si vemos el grafico es claro que existe una marcada relación entre las dos series donde la línea naranja muestra la tasa de cambio del peso colombiano y la línea azul el índice DXY que a través de los precios de una canasta de divisas refleja el comportamiento del dólar a nivel global.  Por ejemplo, con los anuncios de las nuevas vacunas y un mayor optimismo en los mercados el DXY cayó en el periodo comprendido entre octubre y diciembre de 2020 donde pasó de 94 a 89 unidades lo que muestra un debilitamiento del dólar llevando al mismo tiempo que la tasa de cambio en Colombia bajara de niveles de $3.800 a $3.400.

En el ámbito local los meses de abril y mayo han tenido su dosis de eventos que, sin duda, afectaron el comportamiento de la tasa de cambio, en el grafico se puede ver como en los primeros días de mayo se dio un aumento marcado llegando a situarse de nuevo por encima de $3.800 en medio de la incertidumbre ocasionada por las marchas y paros que iniciaron el 28 de abril y le costaron la caída en el Congreso del proyecto inicial de reforma tributaria al gobierno.  

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Por si fuera poco, el 19 de mayo la agencia calificadora de riesgo Standard and Poor’s rebajó la calificación crediticia de Colombia de BBB- a BB+ con lo que perdió el grado de inversión y entró al grupo de los denominados junk bonds o bonos basura.

Si bien en la tasa de cambio este efecto de la calificación ya estaba descontado y no trajo un impacto muy significativo fue en el CDS (Credit Default Sawp) que muestra la percepción de riesgo de los inversionistas respecto a los bonos de 10 años emitidos por el gobierno de Colombia, donde la suma de estos dos sucesos lo llevaron a ubicarse por encima de 190 puntos básicos e inclusive llegar el 18 de julio al máximo registro para este año con 218.

Teniendo en cuenta lo anterior y si le sumamos el aumento en la incertidumbre mundial sobre las consecuencias que la variante delta del coronavirus tenga en la economía, lo que tenemos es la parte final del gráfico, donde no solo vemos un fortalecimiento del dólar a nivel global, sino que ese impacto se siente con más fuerza para un peso colombiano que ya estaba en un escenario con componente de mayor percepción de riesgo.  

Donde lo único que revirtió esta tendencia fueron las declaraciones de Jerome Powell presidente de la FED al mantener su tasa inalterada y continuar su postura de apoyo a la economía estadunidense, más que por algún cambio local. Pero no hay que olvidar que la incertidumbre que ha regido los mercados no se ha ido a ningún lado y si bien las declaraciones de la FED dan un respiro al mercado, todavía podemos estar muy de cerca de nuevo de los $4.000.


Por: Gregorio Gandini*
*El autor es fundador de Gandini Análisis, plataforma donde crea contenido de análisis sobre mercados financieros y economía. También es el creador del podcast Gandini Análisis y se desempeña como profesor en diferentes universidades en temas asociados a finanzas y economía.

Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes Colombia.