Las divisas combinan las dos fuerzas macroeconómicas: la percepción de riesgo de los inversionistas y los efectos del riesgo político. Acá un análisis de lo que ocurre con la lira y el real.
Uno de los activos más interesantes de analizar son las divisas, ya que combinan las fuerzas macroeconómicas, la percepción de riesgo de los inversionistas y los efectos del riesgo político, pues son fuerzas que afectan a sus emisores, es decir los países. Para ver esto más de cerca, podemos evaluar dos casos, el de la lira turca y el impacto de las decisiones del presidente de ese país Tayyip Erdogan y como los problemas fiscales en Brasil han afectado al real.
Los mercados de divisas son un canal natural que une las economías locales con el mundo, bien sea a través de los flujos derivados del comercio internacional o la inversión extranjera por lo que se ven afectadas por muchos componentes, si recuerdan mi columna anterior sobre el dólar yo los clasificaba en dos grandes grupos, globales y locales.
Lea también: Dólar global y dólar local
Sin embargo, existe una fuerza determinante a la hora de evaluar el riesgo de un país y es su manejo político, a este respecto en el gráfico se puede notar el aumento que ha tenido la tasa de cambio de la lira turca contra el dólar que desde 1 de septiembre al 29 de octubre marcaba una devaluación de alrededor de 15% ubicándose por encima de 9.5 liras por dólar lo que constituye un nuevo récord.
¿La razón? La expulsión de los embajadores de Estados Unidos, Canadá, Alemania, Dinamarca, Francia, Holanda, Noruega, Finlandia, Suecia y Nueva Zelanda, por parte del presidente Tayyip Erdogan, ante sus demandas de liberación de Osman Kavala un filántropo que financia numerosas organizaciones civiles y lleva 4 años en prisión acusado de financiar protestas en 2013 y participar en el fallido golpe de estado de 2016.

Si bien no es la primera vez que decisiones de Erdogan han llevado la lira a máximos, este nuevo hecho marca un distanciamiento de fondo ya que 7 de estos 10 países hacen parte de la Otan al igual que Turquía. Esto en medio del contexto de la toma del poder en Afganistán por parte de los Talibanes, aumenta las tensiones en la región en especial cuando estamos navegando una crisis energética importante marcada por el aumento en demanda de gas y petróleo, lo cual podría llevar a mantener las tasas altas.
Mientras tanto, otro emergente, pero esta vez en Latam, cuya moneda ha exhibido también un marcado aumento es Brasil donde el real se ubica en 5,64 al 29 de octubre, con un crecimiento de 8,6% desde el 1 se septiembre. Esto se da después de un sorpresivo aumento de 150 puntos básicos de tasa de su banco central llevándola hasta 7,75% mostrando una velocidad importante en el cambio de su postura monetaria, ya que al inicio del año dicha tasa era 2,0%.
Lo anterior debido a que el país ha tenido que luchar contra crecientes niveles de inflación que para septiembre llegó a los dos dígitos con 10,25% anual y se espera siga creciendo. Sin embargo, este marcado aumento de los precios ha despertado el temor entre los inversionistas sobre el efecto negativo que pueda tener aumentos tan fuertes en la tasa sobre el crecimiento.
Lea también: El ETF, un nuevo capítulo para Bitcoin
Todo esto con un telón de fondo en el que de nuevo la política toma el centro del escenario con la caída en la confianza en el manejo fiscal del Gobierno del presidente Bolsonaro luego de la renuncia del secretario de Finanzas Bruno Funchal, el secretario del Tesoro Nacional, Jeferson Bittencourt y otros miembros del gobierno, ante el aumento de gasto público en programas sociales que podría romper el techo de la deuda poniendo en entredicho la sostenibilidad de las finanzas públicas.
Si bien cada uno tiene sus propias fuerzas este es un ejemplo de dos países, en dos continentes diferentes, que permiten ver como las decisiones políticas, tienen una incidencia en la percepción de riesgo de los inversionistas y por tanto en la fortaleza de sus monedas, por lo que siempre vale la pena seguir de cerca los desarrollos políticos ya que pueden ser inclusive más sorpresivos que los económicos.
Por: Gregorio Gandini*
*El autor es fundador de Gandini Análisis, plataforma donde crea contenido de análisis sobre mercados financieros y economía. También es el creador del podcast Gandini Análisis y se desempeña como profesor en diferentes universidades en temas asociados a finanzas y economía.
Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes Colombia.