Los partos en niñas menores de 14 años en Colombia se incrementaron en un 22,2% para el segundo trimestre de 2021 en comparación al mismo periodo de 2020, lo que afecta el desarrollo profesional de estas personas.
Cada día, 15 niñas dejan de ser niñas para convertirse en madres en Colombia, según un reporte del Dane. Y aunque es un problema que viene azotando al país y a otros de la región desde hace años, la pandemia empeoró el panorama.
Según un estudio del Centro de Derechos Reproductivos, titulado ¿Cómo beneficiaría a las niñas y adolescentes la eliminación del delito de aborto en Colombia? publicado recientemente y parte de la campaña ‘Niñas no Madres’, los partos en niñas menores de 14 años en Colombia se incrementaron en un 22,2% para el segundo trimestre de 2021 en comparación al mismo periodo de 2020.
El problema, que afecta sobre todo a mujeres de bajo nivel educativo y en situaciones de vulnerabilidad, también impacta las proyecciones de desarrollo económico de estas personas.
De hecho, un estudio de la Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) dice que las mujeres que fueron madres tempranas ganan en promedio un 24% menos que quienes fueron madres en la vida adulta.
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Por eso es que un grupo de organizaciones lanzaron la campaña ‘Niñas, No Madres’, un movimiento regional a favor de los derechos de las niñas latinoamericanas fundado por Planned Parenthood Global, Amnistía Internacional, GIRE y CLACAI, que ahora reúne a decenas de organizaciones por toda la región.
Para Marianny Sánchez, subdirectora de comunicaciones de Planned Parenthood Global para América Latina, “es consenso que las maternidades forzadas en niñas son una de las formas de violencia por razón de género más sistemática en la región, hasta el punto de ser un problema de salud pública. América Latina y El caribe es la única región del mundo en donde los partos de niñas menores de 14 años va en aumento, de acuerdo a UNFPA, y se ha calculado que el 80% de esos embarazos en niñas menores de 15 años son producto de una violación”.
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Y para el caso de Colombia, las cifras son cada más preocupantes, pues las niñas y las adolescentes en Colombia son el grupo poblacional más afectado por la violencia sexual en el país. En 2019, el 73% de los 26.158 casos examinados por presunto delito sexual en el Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses (INMLCF) tuvieron por víctima una niña o adolescente entre los 0 y los 17 años.
¿Qué se puede hacer?
Ante las alarmantes cifras, Sánchez explica que “dado que esta problemática no es exclusiva de Colombia, sino de la región, podemos hablar de grandes retos compartidos: abordar las objeciones de conciencias, cerrar la brecha entre lo que se establece en las normas y lo que de verdad se cumple, hacer pedagogía sobre los protocolos existentes de aborto terapeútico legal y sobre las rutas de atención a todas las víctimas de violencia sexual, seguir mostrando la evidencia del impacto que las maternidades forzadas tienen en las niñas, no sólo en la dimensión física, sino también psicológica y social“.
Con el llamado que hacen estas organizaciones, buscan abrir un espacio de discusión para darle más acceso a herramientas a las mujeres con el fin de eliminar estas formas de violencia y, además, detener el recrudecimiento de la pobreza en ciertos grupos.
“Eso es lo que promovemos y solicitamos desde Niñas, No Madres, porque queremos ver a todas las niñas latinoamericanas ocupando los pupitres de sus salones de clase, los columpios de los parques, las canchas de deporte, experimentando con la ciencia, con las artes, cazando grillos, trepando árboles y soñando a futuro”, apuntó Sánchez.
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