Colombia tiene una amplia lista de mujeres capacitadas para llegar a las juntas directivas y altos cargos de las organizaciones. ¿Qué hace falta entonces para que haya más representación femenina?

La equidad de género en los entornos empresariales es un paso hacia la evolución en todos los sentidos y al margen de ser un tema discriminatorio o feminista, es un paso hacia la igualdad de oportunidades para quienes, independientemente de ser hombres o mujeres, han ocupado roles importantes en los más altos niveles directivos y procesos de toma de decisiones empresariales.

Fomentar el balance de género en las juntas directivas trae varios beneficios para los negocios, las empresas y para la economía en general. Está demostrado que con una inclusión de al menos el 30% de mujeres en estos espacios, las empresas alcanzan entre 8 y 13% de incremento en el rendimiento sobre los activos (ROA); con 25% de mujeres en posiciones de liderazgo se genera un incremento promedio del 4% sobre los retornos de los flujos de caja y del 8% de crecimiento en ventas. Estos resultados pueden hasta duplicarse si el balance es del 50%.

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Las empresas con una mayor representación femenina en las juntas directivas tienden a tener políticas de recursos humanos más inclusivas y diversas, mayores niveles de transparencia, mejores estándares sociales y ambientales y una mejor comprensión de sus audiencias de interés. Es fundamental el rol de la mujer en las organizaciones y se considera que somos agentes de cambio en los procesos de crecimiento empresarial y liderazgo.

Desde que en 2019 llegó al país el Club del 30%, iniciativa global que busca alcanzar en los gobiernos corporativos colombianos un mínimo del 30% de participación femenina, hemos comenzado a generar una consciencia empresarial más comprometida en este sentido. Hoy, y de cara a las próximas elecciones generales, el llamado es a que haya más oportunidades para que las mujeres demuestren sus aptitudes y se amplíe el porcentaje actual: 18,7% en los emisores de valor y 16,9% en las 200 empresas cerradas más grandes del país.

En Colombia es posible alcanzar este porcentaje mínimo y superarlo. En este contexto previo a las asambleas generales, y en alianza con varias organizaciones entre ella WIC y el CESA, el Club del 30% creó un Banco de Hojas de Vida, insumo gratuito y puesto al servicio de todas las empresas colombianas para consultar y estudiar perfiles de 261 mujeres con amplia experiencia en distintos sectores económicos y de las cuales el 80% ya ha sido parte de alguna junta directiva en Colombia o el exterior, el 41% son presidentes, gerentes generales o directoras ejecutivas en las empresas y organizaciones donde trabajan y el otro 55% hacen parte de los equipos de alta dirección, ocupando vicepresidencias o subgerencias.

El 90% de estas mujeres son bilingües, el 63% ha hecho estudios en el exterior y el 15% cuenta con experiencia laboral en otros países. El banco cuenta con mujeres especializadas en todas las áreas del conocimiento, dispuestas a ocupar cargos en gobiernos corporativos. Con esta base de datos, puesta al servicio del sector empresarial, no hay excusa para ampliar el espectro de oportunidades a mujeres en estas próximas asambleas generales. Es momento de que Colombia evolucione mucho más rápido en este sentido, de manera que la transformación empresarial comience a darse de una manera más visible. 

Desde el Club del 30 % y como presidente de Mastercard para la Región Andina reitero la invitación para que las empresas del país incluyan más mujeres en sus juntas directivas, no por el hecho de ser mujeres, sino por sus capacidades y aptitudes dentro del entorno empresarial.

Por: Marcela Carrasco*
*La autora es presidente para la División Andina de Mastercard.

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