Emilia Restrepo se convirtió en la primera mujer en 46 años en dirigir esta institución que busca formar a los próximos líderes empresariales del país. Forbes Colombia conversó con ella sobre los retos que se vienen y la experiencia que trae al mundo educativo.

El 18 de diciembre del año pasado, Emilia Restrepo recibió la noticia en la que le informaban que había sido elegida por unanimidad para ser la primera rectora mujer en 46 años del Colegio de Estudios Superiores de Administración (Cesa), una institución que se dedica a formar líderes empresariales en Colombia. “Eso fue como un premio”, dice.

Su historia con el emprendimiento empieza mucho antes de que entrara a estudiar al Cesa e inicia con un sentimiento de rebeldía. “Yo crecí en un entorno muy tradicional en el que las mujeres debían hacer ciertas cosas que yo en ese momento me di cuenta que no estaba dispuesta. Yo quería ser independiente económicamente y aunque me casé a los 18 años y me decían que estudiar no era necesario, decidí entrar a la universidad”, cuenta.

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En medio de un entorno conservador en el que las mujeres apenas estaban entrando al mercado laboral y se dedicaban, más bien, a los oficios del hogar, Emilia siempre tomó decisiones con el fin de buscar su independencia económica y avanzar en su carrera profesional.

“Yo crecí en un entorno de muchos hombres y siempre admiré a mi papá como empresario y a mi mamá por su fuerza, aunque a ella la limitaran tanto las tradiciones. Viendo eso, yo quería hacer muchas más cosas y nunca sentí que como mujer fuera inferior”, cuenta a Forbes Colombia desde su oficina en el Cesa en Bogotá.

Luego de haber salido de la universidad, que terminó mientras se convertía en madre por primera vez, Emilia fundó lo que se convertiría en la primera agencia digital de Colombia, Indexcol, y que todavía sigue vigente 27 años después. Aunque se desvinculó de esa agencia, entró a explorar el mundo corporativo y fue miembro de juntas directivas de empresas como la Organización Corona, Sodimac Colombia y la Organización Carvajal, entre otras.

También lideró varios procesos de transformación digital de las empresas y en los últimos años trabajó como vicepresidenta de Transformación Digital de Postobón y como Business Advisor de Accenture. “Por eso digo que para mí es como un premio estar en el Cesa, porque después de pasar mi proceso como emprendedora y luego en el mundo corporativo, me di cuenta que hay muchos procesos de transformación que se pueden liderar desde el mundo educativo. Y estar acá es la oportunidad para que todo lo sé pueda unirse”, cuenta.

La transformación de la educación

Para Emilia, que ha atravesado un largo proceso como emprendedora y también en el mundo corporativo, a las organizaciones les queda mucho camino por delante para, por un lado, aplicar medidas mucho más incluyentes y también para transformar su negocio para adaptarse a las nuevas realidades.

“El secreto para avanzar en nuestros propósitos es que nosotros como seres humanos confiemos en nuestra capacidad y no nos pongamos límites”.

“El secreto para avanzar en nuestros propósitos es que nosotros como seres humanos confiemos en nuestra capacidad y no nos pongamos límites. Esos límites deben ser solamente esos que traicionan nuestra esencia”, agrega. Para Emilia, la pandemia fue una oportunidad para acelerar todos los procesos de transformación de las empresas y en el caso de la educación también se abrió una puerta aún más grande.

“Yo llevo tantos años metida en el tema de transformación digital que levantarme todos los días pensando que puedo aportar con esa experiencia a la educación es algo que me hace feliz cada día, aunque a veces me sienta cansada”, reconoce.

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Aunque lleva pocas semanas al frente de la institución, que antes era dirigida por Henry Bradford, Emilia ya reconoce varios retos que tiene el Cesa. Entre esos está acelerar el proceso de transformación digital y revisar que los programas le ofrezcan a los estudiantes todas las capacidades que ofrece el mercado laboral en esta época. Esa es una urgencia de estos tiempos.

De hecho, la rectora hace énfasis en que la educación también debería estar pensada para ofrecer una especie de ‘lifelong learning’ o aprendizaje para toda la vida, en el que las personas tengan la posibilidad de educarse y acceder al sistema educativo durante toda su vida. “En estos años que he trabajado y he hecho tantas cosas, todos los días aprendo algo nuevo. Siempre estoy estudiando cosas. Ya sabemos que aquello que aprendemos hoy solo tiene vigencia de tres o cuatro años. Por eso es que las instituciones educativas deberían estar preparadas para esos cambios”, agrega.

Por lo pronto buscará imprimirle toda su experiencia como empresaria al Cesa para formar líderes y sobre todo, como hizo énfasis, en buenas personas. “Estamos en un momento en el que las empresas cumplen un papel fundamental en la sociedad y creemos que también deben pensar en el bienestar de las comunidades”.

Asimismo, dice que será clave que se siga trabajando para que el ecosistema empresarial le dé las suficientes oportunidades a las mujeres para que puedan conciliar su vida laboral con la personal. “Eso es un trabajo de todos”, admite. La llegada de Restrepo a uno de los más importantes centros de formación universitaria en temas de administración y emprendimiento es el reconocimiento a una vida de éxito en el mundo empresarial.