Las fintech dejaron de ser jugadores secundarios para convertirse en un elemento protagónico del futuro del sistema financiero. Así está el panorama.

El siglo XXI ha sido testigo del surgimiento de una nueva era en el sistema financiero. Si bien algunos avances tecnológicos, como las transferencias de dinero usando el telégrafo, el primer cajero automático o el intercambio de acciones de manera electrónica tienen sus raíces en el siglo anterior, la explosión de la banca digital como la conocemos corresponde al siglo en el que vivimos.

Hoy en día, mientras aceleramos hacia el final del primer cuarto de este siglo, las compañías de tecnología que desarrollan productos y servicios financieros están entrando en una etapa de consolidación en América Latina, un hito que promete transformar para siempre a la banca tradicional, y con ella, la experiencia de los usuarios en el sistema financiero.

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Organizaciones disruptivas primero y realidades prometedoras después, las fintech han recorrido un camino de innovaciones que las ha llevado desde ser jugadores con potencial pero secundarios a mostrar señales claras de su consolidación, que hoy las ubica como un elemento inamovible y cada vez más protagónico en el devenir del sistema financiero.

Una expresión clara de esa consolidación son las múltiples adquisiciones, fusiones, combinaciones y colaboraciones que hemos presenciado entre compañías fintech y la banca tradicional en la región, una tendencia en crecimiento que ha venido reorganizando las relaciones de poder entre ambos jugadores y que promete nuevos capítulos durante 2022.

Los ejemplos abundan. La fintech mexicana Credijusto compró al banco Finterra del mismo país para consolidar su oferta de financiación a pymes en el sector agro; el unicornio fintech Ualá compró al banco digital argentino Wilobank y al banco mexicano ABC Capital como parte de su expansión regional; y la fintech colombiana Zinobe se combinó con la empresa mexicana de arrendamiento Mexarrend para formar Tangelo, una compañía latinoamericana especializada en soluciones de crédito alternativo y digitales.

Según datos de Finnovista para 2021, 6 de cada 10 empresas fintech en México, Colombia, Chile y Perú reportaron colaboraciones con instituciones financieras incumbentes, lo cual delata un vínculo cercano en el que bancos y fintechs son cada vez más propensos a operar en una relación simbiótica, en la que a pesar de ser jugadores de distinta índole comparten un mismo espacio del cual se nutren mutuamente.

En ese sentido, la noción de que las fintech solo existen como competencia de los bancos se ha desvanecido y ha sido reemplazada por una visión colaborativa, que a su vez está impulsando la consolidación del ecosistema fintech en el sector financiero. Por un lado, la rebeldía innovadora de las fintech ha respondido a la urgencia de los bancos de incluir más tecnología y data en sus procesos para llegar a segmentos desatendidos y ponerse al día con la revolución digital, incluso agregando productos fintech ya desarrollados en su propia oferta. Y por otro, las fintech han encontrado en estos acuerdos caminos para expandir su naturaleza monoproducto y superar cargas regulatorias para conseguir licencias de operación.

Pero eso no es todo. Además de su relación con la banca tradicional, la fase de consolidación de las fintech en el sector financiero también tiene que ver con la idea de que todas las compañías pueden ser una fintech. Cada vez más empresas en distintos sectores demuestran su apetito por soluciones financieras embebidas, que las fintech pueden poner a su alcance a través de productos y servicios a la medida o de marca blanca con integraciones tecnológicas muy sencillas.

De esa manera, la consolidación fintech está siendo impulsada por adquisiciones, fusiones, combinaciones y colaboraciones con la banca tradicional y con otras fintech, pero también a través de una oferta creciente de soluciones para que terceros no financieros ofrezcan, entre otras cosas, financiación y métodos de pago a sus bases de clientes. Cualquiera que sea el caso, la disrupción fintech no es algo que se siga mirando desde lejos: es una realidad cuya consolidación está cada vez más arraigada.

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LinkedIn: Tarek El Sherif
*El autor es cofundador y CEO de Zinobe, fintech colombiana enfocada en impulsar la inclusión financiera en el país, ampliando el acceso a servicios financieros 100 % digitales.

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