Hoy existen productos y servicios financieros para niños, adolescentes, estudiantes, independientes, inmigrantes y miembros de la comunidad LGBTI+. Y eso es solo el comienzo.

No todas las predicciones alrededor del ecosistema fintech se han hecho realidad. Quizá una de las más notables, nacida de la excitación a veces desmedida por lo nuevo y de un sentimiento de inconformidad hacia la banca tradicional, es la idea de que las fintech reemplazarían a los bancos para atender a segmentos generales de la población. Pero eso, a pesar del crecimiento de algunos neo bancos en distintas regiones del mundo, no es precisamente lo que ha pasado. Y las posibilidades de lo que sí está sucediendo son fascinantes.

En lugar de desarrollarse como un proceso de sustitución de las entidades financieras tradicionales, hoy la avanzada fintech se caracteriza por la capacidad que estas compañías tienen para colaborar con la banca tradicional, integrarse al sistema financiero y diseñar soluciones a la medida que atiendan las necesidades específicas de distintos nichos de la población. 

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Esa visión de nicho tiene dos caras. En una de ellas, la más usual, están las fintech que construyen su compañía alrededor de un solo producto, como una compañía dedicada a las transferencias de dinero u otra que ofrece una plataforma para crowdfunding. Y en la otra, mucho más fértil y dinámica, están las fintech que se especializan en entender las necesidades de distintos nichos y diseñan soluciones a la medida para ellos.

En América Latina se pueden encontrar fintechs y bancos digitales enfocados en startups, en adolescentes de la Generación Z, en trabajadores independientes y en la comunidad LGBTI+, así como en otras regiones se encuentran jugadores que se enfocan en los intereses y las necesidades financieras de estudiantes universitarios, inmigrantes, profesionales de la salud o personas conscientes sobre el cambio climático, por mencionar algunos ejemplos.

En esencia lo que esto representa, esta vez sí, es la realización de otra de las promesas históricamente atadas a la avanzada fintech: la creación de una banca más personal. En ella las compañías capaces de alinear sus productos y sus mensajes con los valores y las necesidades de grupos específicos están bien posicionadas para capturar segmentos del mercado y construir relaciones a largo plazo a partir de una experiencia a la vez personal y comunitaria. 

Pero eso no es todo. Adicionalmente, y esto es quizá lo más emocionante desde una perspectiva fintech, tener las capacidades de atender segmentos específicos de la población significa que estas soluciones financieras pueden ser adaptadas a prácticamente cualquier sector de la economía. En este escenario, tanto las compañías financieras como las no financieras pueden colaborar con una fintech para diseñar y ofrecer productos o servicios financieros a la medida de diversas bases de clientes.

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En ese sentido, en lugar de tener una posición retadora ante la banca tradicional, cada vez más fintech asumen un rol de posibilitadoras para la atención de nichos. Por un lado, lo hacen apalancando sus capacidades para analizar datos y entender segmentos de usuarios desde perspectivas alternativas o no tradicionales. Y por otro, lo hacen a través de una arquitectura tecnológica modular, que permite embeber las soluciones financieras de manera sencilla en los ecosistemas de cualquier tipo de compañía, sea o no financiera.

Así las cosas, de momento la idea de las fintech derrocando a los bancos puede esperar. Lo que estamos viendo, y probablemente veremos en los próximos años, es la aparición de neo bancos con perspectiva de nicho y de fintech dispuestas a colaborar con entidades financieras y compañías de cualquier sector para posibilitar productos y servicios financieros a la medida de las necesidades de diversos segmentos.

De esa manera, la revolución de la banca no será una en la que un jugador reemplace a otro. Será una en la que las mujeres emprendedoras, los trabajadores de la industria de la música, las personas de la tercera edad, los nómadas digitales o cualquier otro segmento de la población en el que pueda pensar va a tener acceso a soluciones financieras diseñadas a su medida.

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LinkedIn: Tarek El Sherif
*El autor es cofundador de Tangelo, fintech especializada en dar soluciones digitales de crédito con alianzas estratégicas en ecosistemas cerrados.

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