Los altos precios de las materias primas presentan una oportunidad para muchos países latinoamericanos exportadores, incluido Colombia.
Hace cuatro meses, la Reserva Federal de Estados Unidos subió la tasa de interés por primera vez desde 2018. La inflación representaba la principal preocupación; aunque ese permanece como uno de los grandes retos, un nuevo fenómeno entró a la conversación: la recesión.
Los indicadores de Wall Street, incluido el movimiento de los precios de las acciones y el dólar, pronostican que se produciría una recesión en 2023. Y no termina en Estados Unidos. Según el Financial Times, los empresarios del Reino Unido se están preparando para una recesión ante la desaceleración de la demanda de los consumidores y el rápido aumento de los costos en sus propios negocios.
Hasta ahora no se dan las condiciones para asegurar que alguna de las grandes economías esté en recesión y es imposible garantizar que dicho fenómeno ocurrirá. Aun así, es fundamental que los gobiernos, los empresarios y los inversionistas de países emergentes como Colombia entiendan este panorama, evalúen su potencial impacto y, especialmente, reconozcan los retos y oportunidades que existen.
Para empezar, los altos precios de las materias primas presentan una oportunidad para muchos países latinoamericanos exportadores, incluido Colombia. Ante pronósticos de recesión en varios lugares del mundo, es clave una planeación financiera que contemple oportunidades de inversión para el capital entrante adicional, pensando en aumentar la productividad, contribuir al desarrollo y prepararse para la desaceleración global.
Los mercados emergentes, incluida Colombia, pueden estar bien posicionados para una recesión en EE. UU., especialmente los que tienen una banca nacional fortalecida, buenas fuentes de financiamiento y pronósticos de crecimiento económico acelerado. Si bien no hay respuestas definitivas, se estima que el crecimiento de los países emergentes continuará superando al de los desarrollados en los próximos años, convirtiéndolos en opciones atractivas para los inversionistas.
En este potencial escenario de flujo de capital hacia Colombia, por ejemplo, y si se mantiene la previsión positiva de crecimiento, que en Credicorp Capital estimamos en 5,9%, las compañías del país podrán evaluar oportunidades estratégicas de inversión y nuevos negocios. Aunque el escenario actual de inflación, aumento de tasas de interés y cotizaciones altas del dólar representa un enorme desafío, es fundamental trascender las visiones cortoplacistas, manteniendo una planeación financiera adecuada y un análisis integral del panorama.
En la misma línea, frente a momentos de incertidumbre global y de pronósticos retadores, tanto las compañías como los inversionistas individuales pueden fortalecer sus procesos de decision making, implicar aliados estratégicos en la gestión de activos, y mantener una visión 360°, de modo que los desafíos se conviertan en motores de crecimiento.
Así, teniendo en cuenta las claves que nos dan los mercados en otros lugares del mundo, siempre será idóneo planear financieramente y prepararnos, no solo para reaccionar y enfrentar impactos inmediatos, sino para identificar las grandes oportunidades que surgen en la incertidumbre.
Contacto
LinkedIn: Juan Pablo Galán
*El autor es Country Head de Credicorp Capital Colombia
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#NuestraRevista | Este es un artículo publicado en nuestra edición de la revista Forbes Colombia de agosto. Si desea recibir esta información de primera mano en nuestra revista física, ingrese aquí para suscribirse.