La crisis entre Rusia y Ucrania ha dejado a Europa en una situación comprometida por su dependencia del gas ruso, pues el 43% del suministro continental viene de ahí. ¿Qué pasará?

Pienso sin lugar a dudas, que la invasión rusa a Ucrania se ha extendido sin solución mucho más de lo que todos los involucrados habían pensado, a la par que las sanciones económicas contra Rusia no han sido tan devastadoras como se espero en su momento, lo cual ha dejado a Europa en una situación comprometida por su dependencia del gas de ese país ya que alrededor del 43% de su suministro viene de allí.

En este punto, vale la pena darle algo más de contexto a la discusión, donde Rusia es uno de los tres países que tienen las mayores reservas comprobadas de gas natural en el mundo junto a Qatar e Irán, por lo que las sanciones sobre restringir su acceso a mercados internacionales han llevado al precio a crecer alrededor de 142% en los últimos doce meses como puede verse en el grafico que muestra el comportamiento del futuro genérico sobre este commodity.

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Además, una de las características de Vladimir Putin es su tendencia a hacer demostraciones de fuerza, como por ejemplo hacer evidente el impacto que tiene el suministro de gas natural ruso en Europa, al interrumpir repetidamente su flujo por el Nord Stream, su gasoducto más grande, por mantenimientos no agendados y supuestas fujas de petróleo.

Si bien, esto ha impacto en forma particularmente fuerte a países de alta dependencia de esta fuente de gas como Alemania y Hungría, también la llegada del invierno en todo el continente jugará un papel fundamental en la presión alcista de los precios por efecto de las necesidades de calefacción.

Gráfico: Elaboración propia.
Datos: Bloomberg.

Sin embargo, existe otra parte en la que se ve afectada Europa con esta situación, en la generación de electricidad a partir del gas natural que ha llevado sus tarifas a aumentar de forma significativa en diferentes países, esto en medio de un contexto donde ya se venían experimentando altos niveles inflacionarios, lo que sin duda obligará al Banco Central Europeo a continuar con los aumentos de tasa que inició por primera vez desde 2011 el pasado julio.

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Definitivamente, la negativa de Rusia de abandonar Ucrania, pondrá cada vez más presión a Europa con la cercanía del invierno y se hace dolosamente evidente que nunca hubo un plan de contingencia para reemplazar el gas ruso. Además, no hay que olvidar que, si algo nos ha demostrado este año, es que a Vladimir Putin no le importa el efecto económico que haya sobre su país, por lo que un escenario en el cual Rusia deje de venderle gas a Europa por completo si bien antes era impensable ahora no se ve tan imposible.

En especial con el apoyo de China a la cual ha aumentado sus envíos de gas a través del gasoducto de Siberia que conecta con su región del este y ha sido un elemento clave en reducir el impacto de las sanciones económicas de los países de occidente. De todas formas y sin irnos a escenarios extremos, los planes de respuesta de la Unión Europea sobre la generación de energía y la dependencia del gas ruso serán cruciales en términos tanto sociales como de crecimiento económico no solo para el continente sino de forma global, porque lo que es cierto, es que el invierno viene y eso no hay como detenerlo.

Por: Gregorio Gandini*
*El autor es fundador de Gandini Análisis, plataforma donde crea contenido de análisis sobre mercados financieros y economía. También es el creador del podcast Gandini Análisis y se desempeña como profesor en diferentes universidades en temas asociados a finanzas y economía.

Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes Colombia.