El presidente de Alquería, Carlos Enrique Cavelier, presentó su libro 'Coordinando sueños', en el que cuenta la historia de Alquería y cómo se convirtió en una de las empresas más queridas por los colombianos.
‘Coordinando sueños’ es el libro que presentó recientemente Carlos Enrique Cavelier, presidente de Alquería. Para el empresario, que hace parte de la familia fundadora de esta compañía, este es el libro que recopila la historia de cómo Alquería logró convertirse en una de las empresas más importantes y queridas por los colombianos, además de cómo ahora trabaja por ser más sostenible.
“Creo que uno debe dejar lecciones importantes para otras personas (o que uno considera que lo son). En el libro están consignados nuestros aprendizajes de la recesión de 1998, también de la industria lechera, sobre cómo es armar una empresa y hacerla crecer para que mucha gente se beneficie: colaboradores, tenderos, ganaderos y, sobre todo, consumidores”.
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El empresario también se refirió al enfoque de gobierno horizontal que en Alquería han implementado. “Básicamente, queremos que muchas personas cumplan sus sueños, pero, principalmente, nuestros colaboradores. Buscamos que ellos, cuando entran a Alquería, tengan un reto personal y profesional”, agregó.
Hace más de una década, explicó Cavelier, la empresa adoptó la visión de que su propósito no sería ser solo rentables, “para ese momento nuestro objetivo era una botella de leche, una botella de salud”, recuerda. “Estamos comprometidos con resultados triples del sistema B: sociales, ambientales y financieros”, puntualizó.
En el libro también profundizó sobre su premisa de que “las buenas personas dejan de ser a veces inteligentes y audaces, o por lo menos son percibidas así, al dejarse manejar por quienes las creen ‘bajistas de punto'”.
“Sí, eso sucede mucho, porque la gente en ambientes hostiles cree que las buenas personas son bobas, entonces piensan que pueden pasar por encima de ellas. La gente negocia así: “Todo para mí”, pero Gandhi negociaba con los brazos abiertos; aprendí a negociar de esa forma y “el que me quiera quitar todo, pues que me lo quite”. Cuando las personas le quitaban todo a Gandhi terminaban siendo unos perdedores profundos, porque él no se rendía y “daba más”, entonces la gente se desmoralizaba por haberle quitado todo. Por eso, cito en el libro la canción de Taylor Swift: “Cuando seas inteligente no dejes de ser bondadoso y cuando seas bondadoso no dejes de ser inteligente”.