El reto del gobierno nacional en materia de 5G no es solo ampliar la cobertura, sino trabajar en modernizar la infraestructura. Solo así se podrá garantizar el acceso a todos los colombianos.
La conectividad y la tecnología son fundamentales para enfrentar retos como la crisis climática que amenaza a la humanidad. De hecho, los avances en materia de conectividad, hasta 5G y más allá, ayudarán a resolver problemas complejos que han afectado a la humanidad durante mucho tiempo, tales como el acceso al conocimiento, a la telemedicina y servicios gubernamentales.
Las velocidades de conectividad más rápidas con latencia ultra baja y un mayor ancho de banda serán clave para el avance de la sociedad, impulsando la transformación digital en distintos segmentos de la economía digital como el sector de agricultura, comercio, transporte, entretenimiento, manufactura, además de las ciudades inteligentes que incentivarán la implementación de vehículos conectados y sistemas de tráfico inteligentes.
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Si nos enfocamos en Colombia, una de las principales estrategias para la democratización de las TIC es llevar la conectividad a las zonas más alejadas del país, que por décadas han estado aisladas de los principales centros urbanos. Para el cierre de esta brecha es necesario avanzar en una sociedad más y mejor conectada que genere directamente una mayor inclusión digital.
Los pilares de esta estrategia incluyen conectividad, seguridad y prevención, fortalecimiento de la industria, y promover una sociedad del conocimiento, que tenga la alfabetización digital como herramienta transversal a la productividad del país.
En cuanto a la proporción de hogares con conexión a internet en Colombia, el 56,5% del total nacional cuenta con este servicio. En las cabeceras ese porcentaje es de 66,5% y para los centros rurales llega al 23,8%, lo que nos muestra la gran brecha que existe entre las zonas urbanas y las más alejadas.
La conectividad digital del país es una misión en la que el Estado y la industria deben trabajar en conjunto para superar los profundos problemas de desigualdad que se registran en este campo. Como sector tenemos un amplio trabajo para lograr una conectividad que impulse una nueva economía descarbonizada, colaborativa, en red y global.
El trabajo conjunto entre gobierno e industria para mejorar la calidad del servicio, despliegue, infraestructura, ampliación de cobertura, renovación del espectro y una hoja de ruta para la implementación de la tecnología 5G será fundamental para la democratización de la conectividad y para el cierre de la brecha digital en Colombia.
Teniendo en cuenta lo anterior, es necesario no solo ampliar la cobertura en todo el país, también modernizar la infraestructura a través de los programas de quinta (5G) generación. Con una considerable inversión ya realizada en infraestructura para conectar grandes ciudades, teniendo en cuenta que algunos de los nuevos retos serán la conexión de localidades más pequeñas.
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Ahora bien, el aumento de la conectividad inalámbrica 5G ultrarrápida brinda velocidades de datos casi 100 veces más ágiles que el 4G, con un ancho de banda 5 veces mayor y la mitad de latencia. Esto acelera la continuidad de la innovación a través de los superpoderes de Intel -computación ubicua, infraestructura de la nube al Edge, conectividad omnipresente e IA-, permitiendo que la transformación digital genere nuevas posibilidades para que las personas aprovechen el poder de la tecnología.
La conectividad omnipresente, como uno de los superpoderes de la transformación digital de Intel, es la tendencia actual de que todas las cosas, y todas las personas, estén conectadas y atendidas por nuevos productos y servicios. Al aumentar la conexión inalámbrica 5G se podrá ver una conexión funcional entre millones de dispositivos nuevos. Esta podrá facilitar el uso de datos y el uso de Inteligencia Artificial (IA), así como la creación de redes dentro de la nube Edge.
Velocidades deslumbrantes permitirán la conexión entre miles de millones de nuevas máquinas y dispositivos, lo que permitirá que los datos se muevan fácilmente entre ellos. A su vez, esto permitirá que contemos com una fuerza de trabajo verdaderamente híbrida hasta experiencias de inmersión totalmente nuevas. Fomentar este superpoder también será fundamental para la democratización de la conectividad y para el cierre de la brecha digital en Colombia.
Por: Marcelo Bertolami*
*El autor es director general de Intel para los países emergentes de América Latina.
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