La economía cierra el año con una desaceleración evidente que ha afectado la confianza de los consumidores. ¿Está la recesión más cerca de lo que creíamos?

Primero fueron los economistas, y hoy son los agentes económicos.

Atendiendo a la evolución de la economía colombiana, podemos observar cómo los agentes económicos son cada vez menos optimistas con el futuro de esta economía, y pese a las buenas perspectivas con las que trabajaban estos a principio de año, el giro que ha dado esta economía emergente como consecuencia de los riesgos que acechan al planeta pone en alerta a unos expertos que, hoy, ven más sombras que nunca en el horizonte. La desaceleración económica, a la luz de los datos, es un hecho, y la reciente caída que ha experimentado la confianza de estos agentes en el país anticipa que la recesión, lejos de lo que creían algunos, está más cerca de lo que creíamos.

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Antes de continuar, me gustaría recordar, así como exponer unas palabras de un profesor que tuve en la universidad, con las que trataba de decirme que el mejor indicador económico posible lo encontramos en la sociedad, cuando salimos a la calle. Si salimos a pasear y vemos las terrazas y los restaurantes llenos, los comercios abarrotados de gente, los centros comerciales muy frecuentados y, en general, actividad económica en la calle, los indicadores pueden decirnos cosas, pero la economía seguirá creciendo; pues los indicadores, lejos de lo que creen algunos Gobiernos, no son más que el reflejo de lo que realizan estos agentes económicos que participan en la economía.

En esta línea, y analizando los indicadores que se van publicando sobre la economía colombiana, entre los principales indicadores económicos utilizados por los economistas para medir la economía, observamos la existencia de uno que refleja esa percepción que tienen los agentes económicos sobre esta, ese reflejo de las acciones que llevan a cabo los agentes, al cual denominamos “confianza del consumidor”. La confianza del consumidor, como digo, no es más que lo que esperan estos agentes que ocurra en la economía, y en lo que respecta a la economía colombiana, el último registro refleja que, como decía al inicio, los agentes económicos están dejando de confiar en una economía que, a la luz de los datos, se apaga, y espera apagarse más con el paso del tiempo.

Como decía, y recordando las palabras de mi profesor, que la confianza de los consumidores se debilite es algo a tener muy en cuenta, pues refleja la expectativa en la que se basan los agentes económicos para tomar decisiones. Si estas expectativas son buenas y se cree que la economía va a ir bien, estos agentes económicos consumen, invierten, crean empresas, contratan, entre otras acciones que, en última instancia y como decíamos, generan el crecimiento económico que vemos en los indicadores. Si, por el contrario, las expectativas son malas y se cree que la economía va a empeorar, estos deciden no consumir y no invertir para guardar liquidez hasta que la cosa mejore, frenando en seco una economía que, como en el caso de Colombia, deja de crecer.

Por esto que comento, es tan importante este suceso que menciono. Pues la confianza de los consumidores, o de los agentes económicos, sigue cayendo en el país, y así lo demuestran los datos cuando atendemos a los indicadores que ofrece el banco central. La inflación, la incertidumbre en lo que respecta al Gobierno, entre otras cuestiones, están llevando a los agentes económicos a dejar de confiar en la economía, y si los agentes económicos, que son los que mueven la economía, dejan de creer en esta, esta está condenada a frenarse; anticipando esa recesión económica que tanto temen los economistas y que, a la luz de los datos, podría estar más cerca de lo que parecía en un inicio.

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Atendiendo a las cifras que presentaban los distintos organismos en lo que respecta a esta importante economía latinoamericana, el país pretendía cerrar el año con crecimientos que esperaban situarse entre el 9% y el 10%. Y otros organismos, tanto públicos como privados, compartían este optimismo. Sin embargo, las cifras con las que trabajamos a día de hoy, publicadas recientemente por la OCDE, reflejan que el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de Colombia se desacelerará bruscamente durante el próximo ejercicio, pasando de un 8,1 % en 2022 a un 1,2 % en 2023, pudiendo llegar a situarse en el 1,7 % en 2024.

En resumen, la economía colombiana sigue perdiendo ese dinamismo que la caracterizaba a principio de año. Pese a que hablamos de una economía recuperada, no deja de ser un riesgo que el estancamiento económico llegue a esta importante economía. Y teniendo en cuenta la incertidumbre que suscita la reforma tributaria, la hipotética subida del salario mínimo interprofesional, entre otras cuestiones que añaden más leña al fuego, es preciso señalar que nos encontramos ante un escenario cada vez más complicado.

Por: Francisco Coll Morales*
Francisco Coll Morales
*El autor es economista, responsable de educación económica y financiera en Rankia. Analista económico en más de 40 medios, nacionales e internacionales.

Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes Colombia.