Las predicciones sobre el futuro del trabajo son dinámicas. Las prioridades para atraer y retener talento van cambiando no solo con una nueva generación de trabajadores, sino con nuevas tecnologías que irrumpen la forma como se trabaja.

Por mucho tiempo se ha hablado de que el futuro del trabajo estará dominado por elementos como la inteligencia artificial y la realidad virtual, pero un nuevo jugador en la sala llegó al tope de las prioridades después de la pandemia: la flexibilidad.

Un informe de Forbes Insights, la unidad de investigación de la revista, el Forbes CxO Growth Survey, halló en su tercera edición que en estos tiempos de incertidumbre, la solidez de las empresas ha dejado de ser garantía de éxito y, en su lugar, el foco está puesto en el talento humano.

Lea también: La comunidad de mujeres que impulsa la inclusión en el sector fintech

Luego de una encuesta aplicada a más de 500 C-level en compañías alrededor del mundo, con facturaciones superiores a 1.000 millones de dólares, se determinó que el desarrollo de los colaboradores y tener equipos de alta calidad han empezado a ser prioridades, como factor diferenciador en el mercado.

Según el estudio, un 42% de los líderes de área considera que las estrategias de entrenamiento y crecimiento de los empleados se listan entre las tres prioridades del talento. A esta tarea le siguen mantener el equilibrio entre la vida laboral y personal (40%), la inversión en el desarrollo de liderazgos (38%) y la implementación de estrategias de inclusión y diversidad (38%).

Apuestas como la flexibilidad en el trabajo (48%), el fortalecimiento de las estrategias de diversidad e inclusión (46%), así como las iniciativas para reducir la ansiedad y la depresión de los colaboradores (46%) son puntos en los que los líderes están centrando su atención.

“El futuro del trabajo habla de un mundo más pequeño, más cercano, donde la fuerza laboral se convierte en única y global, donde los límites geográficos se derriban. Un mundo donde el talento, esté donde esté, puede acceder a las mejores oportunidades; donde las empresas u organizaciones, estén donde estén, pueden acceder a un sinfín de profesionales de todo el mundo. Los equipos serán diversos, multiculturales. Será un trabajo muchísimo más enfocado en resultados, dejando atrás estructuras estáticas, y basado en una cultura de confianza. La flexibilidad será -y ya comenzó a serlo- la nueva moneda de cambio”, dijo a Forbes Natalia Jiménez, gerente regional para Latinoamérica de habla hispana en Deel. “Las condiciones para que esta dinámica de trabajo tome impulso están dadas, varios factores como la pandemia aceleraron el proceso, pero sin dudas la tecnología ha sido el principal actor. Será el turno ahora de que los tomadores de decisiones abracen este cambio y las políticas públicas y regulaciones ayuden también a facilitar el camino”.

Las organizaciones que proporcionan compromiso en línea y un propósito pueden cosechar como recompensa la satisfacción de sus empleados. Según una encuesta de McKinsey, las personas que reportan tener una experiencia de empleado positiva tienen 16 veces más nivel de compromiso de los empleados con una experiencia negativa y tienen 8 veces más probabilidades de querer quedarse en la empresa.

La incorporación de nuevos empleados puede ser un desafío, especialmente si un nuevo el empleado usa múltiples dispositivos de cliente, requiere diferentes tipos de aplicaciones y trabaja en una ubicación remota.

Lo que le dicen los CEOs a Forbes

Así mismo, las experiencias de los empleados y de los consumidores no son indiferentes, por el contrario, la primera puede tener una incidencia significativa en el crecimiento del negocio. De acuerdo con la encuesta realizada por Forbes, hay un foco en que el talento humano esté más volcado hacia tareas creativas o significativas, mientras que la tecnología permita automatizar otros procesos, asegurando así un talento más capacitado y preparado, lo que se traduce en el resultado de cara al cliente. Esto implica una reconversión en habilidades, asegurando que los equipos tengan las competencias necesarias para el futuro del trabajo, para los nuevos modelos de oficina y el desarrollo de líderes y organizaciones del mañana.

“Todas las empresas quieren empoderamiento de sus empleados, que puedan tomar decisiones, que tengan la información que necesitan. En pandemia, un supermercado tuvo que poner computadores en toda su cadena de suministro porque los clientes querían saber por dónde iba su orden. Poniendo tecnología se avanza muchísimo, pero el reto ha estado en soportar esos usuarios y su seguridad”, explica Edna Massuda, directora senior de espacios digitales de VMware. “La forma moderna será garantizar seguridad y controlar el acceso sin importar desde dónde o desde qué dispositivo esté accediendo un usuario, es la forma moderna como las empresas van a entregar nuevas formas de trabajo”.

Para todo esto se necesitará de habilidades de liderazgo nuevas y diferentes. El 70% de los líderes que participaron en la encuesta de Forbes dicen que los directivos del mañana tendrán que estar equipado de forma única con un conjunto de habilidades para administrar una fuerza de trabajo híbrida. Del mismo modo, un tercio de los directores ejecutivos dicen que construir la inteligencia emocional de su equipo de liderazgo es un factor importante para garantizar que su organización sea resiliente y lo suficientemente ágil para impulsar el crecimiento futuro. Con este fin, el 38% dice invertir en programas de desarrollo de liderazgo es una de las tres principales prioridades de talento para su empresa.

Prioridades para los Directores de Recursos Humanos en 2023

El futuro del trabajo seguirá evolucionando rápidamente, lo que requiere que las organizaciones sientan y reaccionen a los cambios necesidades de los empleados. Los equipos de recursos humanos tendrán que revisar si están lo suficientemente listos para brindar ideas para las decisiones de talento. Los empleadores tienen más trabajo para hacer para asegurarse de que tienen suficientes datos sobre los empleados productividad y compromiso para monitorear el éxito de sus nuevos modelos de trabajo y adaptarse en consecuencia. Lo que está claro es que los líderes consideran el futuro del trabajo como algo en continuo experimento. Nos espera una realidad laboral en permanente cambio.