En 2023 Colombia podría pasar de ser una economía que lidera el crecimiento de la región, a ser una economía en apuros. ¿Por qué?

Se cierra un intenso y atípico ejercicio y, con su cierre, teniendo en cuenta todos los sucesos que se han ido produciendo a lo largo de todos estos meses, toca hacer balance de todo aquello que ha ocurrido este año, así como su impacto en el comportamiento de la economía. Y de la misma manera, teniendo en cuenta todos los riesgos a los que siguen enfrentándose las economías, así como el hecho de que los riesgos están muy activos, es momento de prepararse para un nuevo ejercicio que podría poner contra las cuerdas a muchos países.

Y es que, aunque el nuevo año, es decir, el 2023, se presente como un ejercicio más optimista que su antecesor, lo cierto es que el comportamiento de la economía, en un contexto en el que la inflación no remite y la economía se estanca cada vez con mayor intensidad, nos muestra el largo camino que nos queda por recorrer. Aun con la llegada de la nueva normalidad, los países siguen sufriendo fenómenos que limitan su potencial, en tanto en cuanto siguen recuperándose del duro shock que sufrieron con la pandemia. Y pese a que hoy podemos avistar más luces en el horizonte, hay muchas sombras que nos impiden quitar la vista permanente de este incierto escenario.

Lea también: Colombia: Los consumidores dejan de confiar

Analizando la economía colombiana, es decir, el comportamiento que ha experimentado esta economía a lo largo de estos meses, hemos de señalar, antes de nada, que Colombia es uno de los mejores ejemplos para entender ese incierto escenario al que hacíamos referencia. Colombia, que es una economía que cerró el año 2021 con un crecimiento muy destacado (10%), comenzó el 2022 con una muy buena proyección, que le situaba como la economía con más capacidad de América Latina. Y pese a que pretende echar el broche al año con una tasa de variación que podría situarse en el 9%, la intensa desaceleración que ha sufrido el país, sumada a los sucesos que no paran de incidir en el comportamiento de esta, podrían llevar al país de cabeza a la recesión económica.

Las previsiones para el nuevo año, teniendo en cuenta esa intensa desaceleración económica que comenzó a mediados del año, sitúan a la economía colombiana a la cola en materia de crecimiento y a las puertas de una crisis. Con una previsión de crecimiento que hoy oscila entre el 0% y el 2%, Colombia pasará de ser la economía que lidera el crecimiento de la región a ser una economía en apuros. Y las presiones inflacionarias, que no remiten; las guerras, que no finalizan; así como la propia desaceleración que vive la economía por todo esto que comentamos, que en Colombia se sufre con más intensidad que en otras economías, pretenden complicar la vida a una economía que, además, acaba de estrenar Gobierno.

Haciendo balance del 2022, como decíamos, el año ha cerrado con un comportamiento que podríamos calificar como “bueno”. La actividad en el país se ha incrementado, aproximando un crecimiento al cierre del ejercicio que podría superar finalmente el 9%. La reapertura, en un escenario de intensa demanda, sumada al buen desempeño del precio de las materias primas, entre otras cuestiones, dinamizaron la economía colombiana como en el 2021. Y pese a que el ejercicio terminó peor de lo que se esperaba, la economía colombiana culminaba su recuperación con una tasa de crecimiento que volvía a situar al país entre los países líderes de la región.

Sin embargo, debemos estar muy atentos, como decía, al ejercicio 2023. Ese enfriamiento que comenzó a notar la economía colombiana, en tanto en cuanto se iba enfriando el planeta, se ha intensificado a lo largo de estos últimos meses del año. La economía colombiana, que comenzó a desacelerarse, ha pasado de prepararse para ser la economía líder, como decía, a prepararse para el estancamiento. Y hoy, con una inflación que no deja de cosechar máximos, el país lucha por evitar una estanflación que, en caso de estancarse la economía colombiana como contemplan algunos escenarios, podría llegar en este nuevo año.

Con todo, hemos de señalar lo que mencionaba al inicio. La economía colombiana, en lo que a la normalidad postpandemia se refiere, comienza un ejercicio en el que la pandemia queda mucho más lejos que en el pasado. El comportamiento de la economía, pese a no ser el óptimo, pretende seguir normalizándose, y muchos de los fenómenos que perturban el comportamiento de esta, como la inflación, deben ir remitiendo. Además, de registrar un buen desempeño y amortiguar bien el golpe, Colombia podría cerrar el año librándose de la recesión económica y con un crecimiento que podría situarse, como decíamos, en el 2%.

No obstante, y en conclusión, existen muchos retos por delante y, del nuevo Gobierno y su credibilidad, así como de la evolución de la inflación, depende la evolución final que tendrá la economía colombiana. Sea como sea, la conclusión que podemos extraer de este análisis es que, como decía, no todo el trabajo está hecho y, pese a que la economía colombiana ya se haya recuperado, no podemos caer en una autocomplacencia que, a la luz de los datos y las previsiones, queda cada vez más lejos de justificarse.

Por: Francisco Coll Morales*
Francisco Coll Morales
*El autor es economista, responsable de educación económica y financiera en Rankia. Analista económico en más de 40 medios, nacionales e internacionales.

Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes Colombia.