De acuerdo con los cálculos de un experto colombiano investigador en Harvard, solo en el nivel municipal se necesitarían 250 entidades nuevas.

La reforma a la salud que acaba de presentar el Gobierno de Gustavo Petro sigue generando reacciones negativas.

Ahora, el experto en temas de salud, Johnattan García Ruiz, asociado senior del Health Systems Innovation Lab de Harvard, realizó un diagrama donde se puede apreciar las nuevas instancias que crea la reforma en el ya entreverado régimen de salud colombiano.

Según el experto, se trató de un “primer intento de graficar la arquitectura propuesta por la reforma a la salud del gobierno. Lo punteado y en un cuadro son entidades nuevas. Lo regional hay que multiplicarlo por 7, lo departamental por 33 y lo municipal ni idea, ¿por 250 municipios categoría <6?”, dijo en su cuenta de Twitter.

Destacó la dificultad de tener claridad sobre cómo va a ser el diseño final del sistema, pues “el texto de la reforma tiene muchas inconsistencias en el lenguaje, además de varios problemas de redacción. Hay muchas tareas que parecen repetidas entre entidades y varios vacíos. Mucha concentración en nuevas entidades departamentales”.

Esa sobredimensión del sistema y el exceso de confianza en que los recursos van a ser mejor administrados y tendrán un uso más eficiente en manos del sector público son las principales preocupaciones entre los expertos.

Este miércoles, durante el Space realizado por Forbes Colombia con varios académicos y exfuncionarios de la salud y el balance fue muy negativo para el contenido de la reforma.

De ese espacio participaron Mauricio Santamaría, presidente de Anif y exministro de Protección Social; Germán Escobar, exviceministro de Salud; Fernando Ruiz, exministro de Salud y Paula Acosta, presidente de Acemi, gremio que representa los intereses de las EPS.

Según Santamaría, es muy grave que la propuesta “corta de un tajo la libertad de elección que nos ganamos. Ahora nos toca ir al Centro de Atención Primaria (CAP). Todos tenemos que empadronarnos de alguna manera. Se trata de una situación en la que vamos a volver a lo mismo que pasaba antes de 1993”.

Por su parte Fernando Ruiz, aseguró que esa situación se ve agravada, porque no está claro cómo va a funcionar el sistema de información para esta nueva forma de organización en los servicios de salud.

“Aquí hay un gran vacío, porque si bien lo contempla el proyecto, efectivamente no existe en este momento un Sistemas de información. Las EPS han durado años desarrollando sus sistemas de información con operaciones telefónicas, con correos, con agendamiento, con integración y con gestión del riesgo. Pero en el nuevo sistema eso no existe. Mi impresión es que consolidar un sistema de información con esas capacidades les ha llevado años a muchos países, incluido Inglaterra. Inclusive han fracasado en ese proceso”, destacó.

Por su parte, Germán Escobar aseguró que en general la estructura de gobernanza propuesta para el nuevo sistema es frágil y la arquitectura débil, lo que no permite desarrollar componentes técnicos y las dimensiones funcionales de los nuevos servicios.

Paula Acosta se mostró sorprendida con el contenido del proyecto, porque señaló que realmente lo que se está haciendo es “refundar el sistema de salud. Se deslinda el sistema que se está proponiendo de todo el andamiaje de la Constitución de 1991. En general en este nuevo sistema de características públicas se sobreestiman las capacidades de las instituciones para asumir las nuevas funciones”.

La reforma a la salud arrancó su discusión con pie izquierdo. El problema es que parece ser que el gobierno no tiene ningún interés de negociación con diferentes sectores. Será el Congreso de la República el que decida el futuro de esta reforma con la que está en juego la salud de todos los colombianos.

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