Las economías de todo el mundo se están desacelerando y la colombiana no es la excepción. La economía espera desacelerarse hasta el punto de cerrar el año con un crecimiento que podría situarse en el 1,5%.

Hasta la fecha, la economía colombiana se encontraba en un escenario de celebración, en el que la recuperación ocupaba todas las portadas de los periódicos, en tanto en cuanto el país lideraba todos los rankings en la región. El sorprendente crecimiento que registró la economía de Colombia el pasado ejercicio, que se situó en el 8% de acuerdo con los datos que ofrece BBVA Research, sumado a esa rápida recuperación de la economía, así como otros fenómenos que ha vivido el país, despertó el optimismo de unos analistas que veían muchas más luces que sombras en el análisis.

Sin embargo, en un escenario de desaceleración económica, y en el que las economías se enfrentan a unas presiones inflacionarias, no vistas en décadas, que no remiten, las economías han comenzado a apagarse en todo el mundo; y Colombia, como podemos imaginar, no es la excepción. El país, como podemos observar en la evolución del PIB a lo largo del año pasado, comenzó a desacelerarse a final de año, y esa desaceleración se ha ido acentuando intensamente hasta nuestros días, dejando unas previsiones que, en el presente, son bastante más turbias, ensombreciendo muchas de esas luces que, el pasado ejercicio, alentaban a los analistas.

Hoy, atendiendo las previsiones con las que trabajan los analistas que centran su mirada en la economía colombiana, la economía espera desacelerarse hasta el punto de cerrar el año con un crecimiento que podría situarse en el 1,5%. No obstante, hemos de señalar que otros organismos, como el Banco Mundial, señalan que esta desaceleración podría acentuarse todavía más, dejando un crecimiento que podría no superar el 3%. Asimismo, la OCDE, más pesimista que el Banco Mundial, señala que el crecimiento de la economía colombiana podría situarse en el 1,2% al cierre del año. Y por último, el Fondo Monetario Internacional (por sus siglas, FMI) dijo hace unos días que su pronóstico, más pesimista que todos, sitúan a la economía colombiana en el 1,1%.

Como podemos apreciar en las expectativas que tienen los principales organismos económicos, la economía colombiana enfrenta una intensa desaceleración que pretende matar el crecimiento, y poner a la economía colombiana contra las cuerdas y al borde de una recesión. La economía colombiana pasa de crecer un 8% a crecer un 1%. Teniendo en cuenta estos datos, hablamos de una desaceleración que lleva a la economía colombiana de liderar el crecimiento en la región a liderar la desaceleración, y pese a que sea la tendencia global, debemos estar muy atentos a lo que ocurre.

La situación, aunque no sea la peor posible, es preocupante. Pues, como señalo, no es la peor posible, pero en un escenario como el actual, como pudimos ver el pasado ejercicio, no todo está escrito.

La inflación en el país, que es el principal motor de la desaceleración que vivimos, no cede, pese al paso de los meses. El nivel de inflación, como puede apreciarse, no deja de incrementarse, y hasta la fecha los precios siguen subiendo. Atendiendo a los datos de inflación en el país, podemos observar que esta sigue sin encontrar su máximo, es decir, sin encontrar techo, y esto pone nerviosos a unos analistas que temen que ese hipotético escenario catastrófico pueda llegar si las presiones inflacionarias no remiten. En datos, el país cerró 2022 con una inflación del 13,12%, y el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) dijo recientemente que en enero siguió subiendo y que pretende seguir subiendo los próximos meses.

Atendiendo a todos los expertos, la inflación es la máxima preocupación en estos momentos. La desaceleración, como sabemos, es debida a una subida de los tipos de interés que tiene como fin relajar estas presiones inflacionarias. Y si la inflación no remite y sigue subiendo, los tipos de interés seguirán subiendo y la política monetaria será cada vez más restrictiva; una situación que, como decíamos, pondría contra las cuerdas a la economía colombiana. Pues hemos de señalar que estas subidas de tipos y ese menor estímulo a la economía, de la misma manera que relajan la inflación, frenan en seco la economía; y pasarse de frenada podría llevar al país al estancamiento.

Por esto que comento es importante atender muy bien esta situación. El país no se encuentra en su peor momento, y venimos de años muy buenos para la economía. No obstante, se vienen curvas para el mundo, y la economía colombiana no se va a librar de ellas. Las previsiones, como podemos observar, lo reflejan, y las expectativas no son las mejores para una economía que podría seguir deteriorándose con el paso de los meses. En resumen, se espera que la inflación remita en el segundo trimestre del año, y que la situación mejore en un futuro próximo; pero ello no exime a los gobernantes de estar atentos a una situación que podría dar un giro de 180 grados en cualquier momento.

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Por: Francisco Coll Morales*
Francisco Coll Morales
*El autor es economista, responsable de educación económica y financiera en Rankia. Analista económico en más de 40 medios, nacionales e internacionales.

Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes Colombia.