Cabello afirmó que la propuesta tampoco aborda la informalidad, que es el principal desafío del mercado laboral en Colombia.
El Gobierno avanza acucioso en su paquete de reformas y el pasado 16 de marzo la ministra del Trabajo, Gloria Ramírez, radicó ante el congreso el proyecto de reforma laboral. La propuesta fue discutida en la mesa de concertación con los líderes gremiales y representantes de los trabajadores, y aunque hubo acuerdos, algunos puntos aún mantienen vivo el debate.
La procuradora general de la Nación, Margarita Cabello, manifestó sus preocupaciones frente al articulado tras un encuentro con la Asociación Nacional de Industriales (ANDI), Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC), Federación Nacional de Comerciantes (FENALCO), Colegio de Abogados del Trabajo, Consejo Gremial Nacional, Cámara Colombiana de la Construcción (CAMACOL), Asociación Colombia de Empresas de Servicios Temporales (ACOSET) y Gremio de aplicaciones e innovaciones.
“La reforma laboral pareciera un pliego de peticiones sindicales”, sentenció contundentemente la funcionaria. Asimismo, sostuvo que le preocupa el impacto fiscal que podría tener el proyecto de aprobarse tal como está, por su efecto sobre la industria, la generación de empleo y en el IVA, sobre todo en el marco de un contexto de desaceleración de la economía.
Lea también: Analistas explican por qué la reforma laboral está pensada para las grandes empresas
La procuradora coincidió con algunos líderes gremiales y analistas que precisaron que la informalidad es el gran fastasma del articulado presentado. “La reforma no toca el sector más importante del país, que es la informalidad”, dijo.
Llamó además a que el proyecto se discuta con la calma y rigurosidad del caso, evitando tramitarla con urgencia. Cabello también recalcó la necesidad de que el paquete de reformas (salud, pensional y laboral) presentadas por el Gobierno nacional logren articularse y que respondan a la realidad colombiana.
Convierta a Forbes Colombia en su fuente confiable de noticias.