La conducta empresarial responsable es el futuro del sector empresarial para tomar el rol de actor fundamental en la sociedad. ¿Cómo construirla al interior de las empresas?

En la Cámara de Comercio de Bogotá creemos firmemente que la Conducta Empresarial Responsable representa el futuro del sector empresarial para posicionarse como un actor fundamental en la construcción de una sociedad sostenible y equitativa, en la cual la competitividad y productividad van de la mano del ambiente, la diversidad, la equidad y la inclusión.

A lo largo de la historia, el sector empresarial ha realizado esfuerzos por asumir su responsabilidad con el entorno y las comunidades que impacta. En un primer momento, las empresas se dedicaban a la filantropía, buscando generar transformaciones a través de programas sociales. Sin embargo, estas acciones no eran concebidas en el marco de la estrategia de negocio de las compañías. Posteriormente, las empresas incorporaron en sus labores la responsabilidad social con el fin de contribuir de manera activa a la mejora de las condiciones sociales, económicas y ambientales.

No obstante, el mundo enfrenta cada vez retos mucho más complejos. La sociedad demanda un nuevo rol del tejido empresarial que conciba el crecimiento económico ligado a la protección medioambiental y a la generación de bienestar social. Surge así el concepto de triple impacto, entendido como la oportunidad que tienen las empresas de generar rentabilidad financiera, mientras que sus modelos de negocio impactan positivamente en materia social y ambiental. Es en este nuevo contexto que nace la Conducta Empresarial Responsable, en el marco de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), y se origina de esta transformación empresarial inspirada en el potencial de triple impacto que tiene el sector privado.

Es por esto que, desde la Cámara de Comercio de Bogotá, lanzamos en el año 2021 la estrategia CER ‘Conducta Empresarial Responsable’, que tiene como objetivo apoyar a las empresas para que consoliden un modelo de negocio que genere bienestar a partir de cuatro ejes de trabajo: ambiental, social, valor compartido e integridad. Implementar esta estrategia ha sido fundamental para las empresas, en tanto les ha permitido: mitigar posibles consecuencias negativas de las operaciones empresariales, contribuyendo al desarrollo sostenible; reducir riesgos laborales, crear lealtad con sus grupos de interés y generar confianza con inversionistas, mejorando a su vez la rentabilidad, y alcanzar una ventaja competitiva del mercado mediante la adopción de regulaciones a nivel estatal y en organismos internacionales.

A través de esta estrategia, hemos logrado el lanzamiento de la primera Encuesta de Descarbonización y Acción Climática y una Guía sobre este mismo tema, la Guía Práctica de Debida Diligencia en Derechos Humanos para Pymes, la realización de la Macrorrueda de Empleo Inclusivo y de dos Ruedas de Finanzas Sostenibles, y el lanzamiento de la Encuesta de Percepción y Victimización, entre otros. De esta manera, la Cámara de Comercio de Bogotá provee información y herramientas para impulsar una conducta empresarial consciente del entorno, buscando aportar al desarrollo económico, social y ambiental. A futuro es nuestro compromiso seguir aportando a que las empresas incorporen estas buenas prácticas, a que midan y visibilicen sus esfuerzos, para que el sector privado continúe siendo ese actor fundamental para lograr ciudades y comunidades más sostenibles.

Por: Ana María Fergusson*
*La autora es Vicepresidenta de articulación público privada de la Cámara de Comercio de Bogotá.

Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes Colombia.

Lea también: ¿Cómo va la transición energética en Colombia?