En el 2022, 22 mil candidatos fueron retirados de los procesos por no cumplir con las condiciones mínimas de integridad.
En Colombia, el desempleo es uno de los mayores retos a los que se enfrenta la población; según informó el Dane, en febrero de 2023 la tasa de desempleo nacional se ubicó en 11,4%, que si bien se redujo frente al año anterior, se mantiene en doble dígito. De ahí que muchos colombianos estén en una búsqueda activa de trabajo, un proceso que no es sencillo.
Ante una oferta laboral limitada, los buscadores de empleo quieren destacarse en las etapas de selección y conseguir una oportunidad de vincularse al mercado de trabajo. Pero en este esfuerzo, es posible que se recurran a prácticas deshonestas.
De acuerdo con la firma especializada Midot Colombia, se estima que casi la mitad de las personas miente en su hoja de vida (48%) cuando busca trabajo, un acto que, además de ser poco ético, puede generar impactos en la competitividad del negocio.
En su reporte anual de Integridad laboral, la firma encontró que las acciones deshonestas impactan en la reputación y en la economía de un organización, al grado que un caso de fraude ocupacional puede representar pérdidas por hasta 10% de los ingresos anuales de una compañía, mientras que la productividad organizacional disminuye en promedio 40% por ciento.
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De ahí que cada vez más empresas implementen pruebas de honestidad en sus procesos de contratación. Ricardo Brandt, director comercial de Midot Latinoamérica, asegura que “en Colombia, estas evaluaciones ya son obligatorias para los candidatos a algunos cargos, siendo las industrias que más la utilizan Manufactura, Finanzas, Servicio al Cliente, Logística y Transporte, así como Tecnologías de la Información”.
Según su reporte, en el que se revisaron los resultados 126.000 pruebas a candidatos a ofertas laborales en Colombia, 2.000 aplicantes manipularon o hicieron trampa en la evaluación de honestidad. Tan solo durante el 2022, 22 mil candidatos fueron retirados de los procesos por no cumplir con las condiciones mínimas de integridad.
Entre los empleados, se incurre en ciertos comportamientos éticos, como la suplantación de identidad, el incumplimiento de horarios, acoso, robo, soborno y malversación de los recursos de la compañía.
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