Empezamos a ver cómo se materializa la desaceleración que se había previsto para la economía colombiana este año. La pregunta que queda es, ¿qué podemos hacer para cambiar esa tendencia?
Una noticia importante que se dio la semana pasada fue la reducción de la perspectiva de crecimiento para Colombia y la región por parte de Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), dato que se vio acompañado en la misma semana por la publicación del Indicador de Seguimiento de la Economía (ISE) para febrero. Ya que ambos nos muestran aspectos sobre el dato actual y esperado de la economía local, vale la pena revisarlos de forma conjunta para ver que podemos concluir al respecto.
Aunque era claro desde el año anterior que en general la expectativa para 2023 en términos de crecimiento económico no solo de Colombia, sino mundial, era una desaceleración, genera un cierto shock empezar a ver como eso se materializa.
En este sentido van las reducciones en las proyecciones de la Cepal entre diciembre y abril para el crecimiento de América Latina de 1,2% a 1,0% que además muestran una peor perspectiva para Sur América que pasó de 1% a 0.6%. En este sentido los dos países que terminarían en contracción este año serían Argentina con -2% y Chile con -0.3% a pesar de haber mostrado una mejoría frente a las proyecciones de diciembre que lo situaban en -1.1%. Para nosotros en Colombia el ajuste también fue negativo al pasar de 1,5% a 1,2% pero suficiente para ubicarnos por encima de Argentina, Chile y Brasil, pero por debajo del resto de nuestros vecinos.

Ahora para ver otro aspecto, la publicación del ISE por parte del Dane permite ver un aproximado a la medición del crecimiento de la economía en febrero divido en sector primario, secundario y terciario. Así, en términos de su serie ajustada por efecto estacional y calendario, es decir aquella donde se tiene en cuenta el efecto de la cantidad de días hábiles en los periodos de análisis, si bien mostró todavía un crecimiento anual 3.1% para febrero este no solo fue menor al de enero con 5.8% sino que en términos mensuales tasa mensual se redujo en 1.5%.
En el gráfico puede verse como este dato estuvo impulsado por una desaceleración en el sector terciario de la economía que marcó -2.5% e incluye variables como actividades financieras, de seguros, inmobiliarias, comercio y servicios públicos entre otras. De estas destaca el comercio al por mayor y al menor cayendo 0.5% después de haber experimentado un crecimiento de 1.3%.
Parece ser que los datos de crecimiento que se reducen de forma mensual combinados con un dato de inflación que no cede y un ambiente de altas tasas de interés, dan para pensar que las expectativas de la Cepal no están desatinadas al ajustarse a la baja prediciendo un año con una caída en el crecimiento. Por lo que ahora la pregunta que queda es si se están alineando las fuerzas en este sentido, qué podemos hacer para cambiar esta tendencia y tratar de vencer la expectativa.
Por: Gregorio Gandini*
*El autor es fundador de Gandini Análisis, plataforma donde crea contenido de análisis sobre mercados financieros y economía. También es el creador del podcast Gandini Análisis y se desempeña como profesor en diferentes universidades en temas asociados a finanzas y economía.
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