La creciente llegada de nuevas empresas tecnológicas abre una oportunidad para que los gigantes de ese sector creen alianzas en pro de la región. ¿Quiénes llevan la iniciativa?

En los últimos años, América Latina se convirtió en un gran escenario para el nacimiento y desarrollo de empresas tecnológicas, muchas de las cuáles han tomado gran relevancia internacional y han alcanzado altos niveles de valorización.

Este panorama se ha configurado como un buen momento para que los gigantes tecnológicos tradicionales puedan realizar alianzas y poner su experiencia en temas como centros de datos, producción de hardware, entre otras, al servicio de la innovación. La región cuenta con un gran potencial de crecimiento, gracias a su rica diversidad cultural, sus recursos naturales y su talento humano.

Recientemente se han dado importantes avances en materia de innovación tecnológica en América Latina, y se han creado numerosas empresas emergentes y centros de investigación en diferentes áreas de la tecnología, como la inteligencia artificial, la biotecnología, la energía renovable y la internet de las cosas.

En este proceso, las grandes empresas tecnológicas tienen un papel fundamental, ya que pueden aportar recursos y conocimientos para impulsar la innovación en la región. Estas empresas pueden fomentar la formación de talento, a través de programas de capacitación y becas de estudio, y también pueden invertir en proyectos de investigación y desarrollo en colaboración con empresas locales y universidades.

Al mismo tiempo, es importante que las grandes empresas tecnológicas respeten los valores y la cultura de la región, y que trabajen en colaboración con las comunidades locales para fomentar un desarrollo sostenible e inclusivo. En este sentido, la colaboración entre empresas tecnológicas, gobiernos, universidades y la sociedad civil es esencial para impulsar una reinvención constante y asegurar que sus beneficios lleguen a todos los ciudadanos de la región.

Algunas de las inversiones que se han realizado en los último años, incluyen el financiamiento de programas de innovación y emprendimiento por parte de gobiernos y organismos internacionales, como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), la creación de fondos de inversión para apoyar a empresas emergentes en diferentes áreas tecnológicas, el establecimiento de centros de investigación y desarrollo en universidades y empresas, enfocados hacia las inversiones en infraestructura de telecomunicaciones, la expansión de redes de fibra óptica y la mejora de la conectividad en áreas rurales, entre otros.

Sin embargo, aún se necesitan otras inversiones clave, tanto de los gobiernos y organismo multilaterales, como del sector privado, especialmente en áreas estratégicas como la inteligencia artificial, la biotecnología y la energía renovable.

Para que América Latina pueda desarrollar todo su potencial en el ámbito de la innovación tecnológica y así jugar un papel cada vez más destacado a nivel global, las inversiones de las grandes empresas tecnológicas son esenciales para la cadena de innovación tecnológica por varias razones.

Las grandes empresas tecnológicas tienen una capacidad financiera significativa para invertir en proyectos de innovación y emprendimiento en América Latina. Estas inversiones pueden contribuir a la creación de nuevos productos y servicios, así como a la generación de empleo y el fortalecimiento del ecosistema de innovación en la región.

Además, estas empresas pueden compartir su conocimiento y tecnología con empresas y startups locales, lo que puede acelerar su proceso de crecimiento y aumentar su capacidad de innovación. La colaboración con empresas y startups locales en proyectos de investigación y desarrollo puede llevar a la creación de soluciones innovadoras y a la generación de nuevos negocios.

Por tener la capacidad de escalar los productos y servicios desarrollados por empresas y startups locales, es posible llevarlos a mercados globales y aumentar su impacto.

Por eso, las inversiones de las grandes empresas tecnológicas pueden ser un motor para el desarrollo de la innovación tecnológica en América Latina, ya que pueden aportar recursos financieros, conocimiento, tecnología y colaboración para impulsar el crecimiento de empresas y startups locales.

Por: Marcelo Bertolami*
*El autor es director de Socios Regionales y del equipo de Tecnología de Latam en Intel.

Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes.

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