Se aprobaron los artículos restantes del proyecto, además de 14 puntos nuevos que se añadieron al texto que ya pasa a plenaria de Cámara.
Hoy era el día definitivo para la reforma a la salud, al menos en su primer debate. Luego de más de tres meses desde la radicación del texto, 14 congresistas de la Comisión Séptima se mostraron de acuerdo en que el proyecto 339 de 2023 se convierta en ley de la República. Con dicha decisión, el articulado tiene vía libre para entrar a la plenaria de Cámara de Representantes y enfrentar su segunda discusión.
Pocos minutos después de efectuarse la decisión, el presidente Gustavo Petro celebró la aprobación del proyecto y felicitó la labor de los 21 congresistas que conforman la Comisión Séptima en lo que calificó como un arduo trabajo y un debate “mucho más profundo que cuando se aprobó la ley 100“, representando así el primer triunfo de un proyecto que no ha estado exento de polémica.
Y es que a pesar del apoyo que hubo en el primer avance del articulado, el representante del Centro Democrático, Andrés Forero, lamentó la manera en que se presentó la reforma al hacer un mal diagnóstico y desconocer los avances en materia de la salud en Colombia, que es en gran medida la responsable de disminución de indices de pobreza multidimensional. “Con esto se están agravando los problemas y se están creando otros, pues es muy posible que haya más oportunidades de corrupción”, añadió.
En lo que sú hubo cambios fue en la manera en que se aprobaron los artículos restantes. Por petición del representante del Partido de la U, Victor Salcedo, esto se hizo mediante la revisión de cada punto de manera individual dada la importancia de los mismos, en vez de una repasada por bloques. Dicha petición fue aprobada por la Comisión en pleno, dando pie al debate de 12 apartados que recibieron entre 12 y 15 votos a favor cada uno:
- 4: Modelo de salud preventivo, predictivo y resolutivo fundamentado en la Atención Primaria en Salud universal
- 24: Coordinación Regional de las redes integradas e integrales de salud
- 25: Funciones de coordinaciones departamentales o distritales de las RIISS
- 46 : Vinculación formal de empleados públicos a las Instituciones de Salud del Estado
- 95: Sistema de inspección, vigilancia y control del nuevo sistema de salud en cabeza de la Superintendencia de Salud
- 100: Función jurisdiccional de la Superintendencia Nacional de Salud.
- 122: Autonomía profesional médica
- 124: Autoregulación médica
- 132: Consulta y consentimiento libre, previo e informado de los pueblos indígenas
- 133: Consulta y consentimiento libre, previo e informado de las comunidades negras
- 138: Facultades extraordinarias del Presidente
- 139: Promulgación y vigencia del proyecto de ley
Uno de los puntos que ya había sido objeto de debate en reuniones anteriores fue el artículo 138, pues el representante del Partido de la U, Camilo Ávila, pidió que se discutiera en solitario para realizar modificaciones al mismo. El cambio más importante radicó en que las seis facultades extraordinarias al presidente de la República, que estarían vigentes por un término de seis meses, se redujeron a solo una, modificación que permitió la aprobación de este apartado con 14 votos a favor. La habilitación que quedó vigente apunta a intervenir en la Nueva EPS en caso de ser necesario.
Al margen de este bloque, se volvió a revisar un apartado ya aprobado que aún causaba polémica, enfrascado en el punto 123. En este caso, se apeló a la autonomía de los médicos para poner su conocimiento al servicio de los pacientes. Asimismo, se eliminó el apartado que habilitaba a los pacientes enviar solicitudes a Junta Médica para discutir un caso, dejando esa responsabilidad solo para otros médicos.
También se votó un bloque de 14 nuevos puntos que entraron al texto de reforma en bloque con 14 votos a favor y seis votos en contra. Esto no impidió que se intentaran presentar proposiciones a los mismos, pero en aras de que la reforma avanzara, el representante del Pacto Histórico, Alfredo Mondragón, solicitó que estas observaciones fueran dejadas como constancias y, por ende, pasaran a la plenaria de Cámara de Representantes, pues “muchos de los elementos ya están aprobados y están en contradicción con lo aprobado”. Esta petición fue avalada por el resto de Congresistas de la Comisión.
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Por otro lado, se eliminaron diez artículos en bloque (36, 59, 70, 71, 72, 74, 79, 80, 81, 82) por decisión mayoritaria de la Comisión Séptima, según reveló el ministro de Salud, Guillermo Jaramillo. Entre ellos destacaban temas como las unidades zonales de planeación, el Fondo Departamental y Distrital de Salud, el fondo de cuenta regional en salud y la Gestión Pública de los servicios de salud.
Uno de los puntos eliminados más sensibles y polémicos del texto abarcaba la idea de que la Administradora de Recursos del Sistema de Salud (Adres) fuera pagador único de manera gradual según las capacidades que adquiera, obligándolo a reconocer, auditar y pagar las cuentas de las prestaciones de servicios de salud y demás obligaciones. Este punto, consignado en el artículo 59, dejó de formar parte de la reforma a la salud.
Como siempre, la polémica no faltó antes de arrancar el debate. Y es que a pesar de estar citado originalmente a las 7:00 a.m., la discusión no arrancó hasta el mediodía. Este retraso fue razón de peso para que el representante Forero asegurara una vez más a través de su cuenta de Twitter que el trámite de la reforma a la salud está siendo víctima de ‘jugaditas’.
Otro de los reparos de la oposición vino con los artículos 132 y 133, pues la representante de Cambio Radical, Betsy Pérez, aseguró que el debate debía ser a través de una Ley Estatutaria por lo que estos apartados tocan un “núcleo esencial del derecho” al impactar comunidades indígenas y negras respectivamente.
Al mismo tiempo, quedan dudas sobre varios temas, como por ejemplo el rol de la Adres. Si bien el artículo 59 donde se le daba el rol de pagador único fue eliminado del texto, aún queda vigente el punto 60 que define las funciones de la entidad y especifica que será quien administre los recursos del sistema. Incluso, podrá hacer giros directos a los prestadores de servicios de salud y proveedores de tecnologías en salud.
Pero lo más preocupante de todo se centra en el futuro de las EPS, que corren el riesgo de desaparecer en los dos años que se dispondrían para la transición del sistema de salud actual al que plantea la reforma, donde se convertirían en gestoras de vida y varias de sus funciones recaerían en la Adres.
Aún faltan tres largos debates para que esta reforma sea aprobada del todo, y si se tiene en cuenta que el primer debate tardó un trimestre desde la radicación del texto, es probable que el futuro definitivo de este proyecto se conozca hasta 2024, pues la misma oposición ha asegurado que someterá el articulado a juicio de la Corte Constitucional si llegase a avanzar hasta la sanción presidencial. Amanecerá y veremos.