El Día Internacional de las Mujeres Afrodescendientes llega este año con una noticia positiva para muchas mujeres negras rurales que viven de la producción del Viche.

La producción de Viche es una actividad artesanal tradicional que ha sido transmitida de generación en generación, y las mujeres afrodescendientes tienen un papel fundamental en este proceso. En la actualidad, esta actividad cultural y económica no solo  es un ejercicio de resistencia y transmisión, sino que es el emprendimiento con mayor potencial de generación de ingresos de muchas mujeres rurales afrocolombianas en  la zona costera del Pacífico. 

Hace unos días, el Juzgado  Cincuenta y Tres  Administrativo del Circuito Judicial de Bogotá, a través de un fallo de tutela en primera instancia, reconoció la necesidad de proteger los derechos fundamentales a  la vida digna, al trabajo, mínimo vital e identidad cultural de las de  mujeres productoras de viche de cinco organizaciones  del Pacífico colombiano. 

Bajo un análisis con perspectiva de género, la Juez de la República, encontró procedente la acción de tutela fundamentada en el trato discriminatorio que se le ha dado por parte del Ministerio de Salud y Protección y el Ministerio de Cultura a las personas y asociaciones productoras de Viche, dada la falta de reglamentación de la Ley 2158 o Ley del Viche, después de casi dos años de su  expedición. Por ello, a propósito del  25 de julio, Día Internacional de las Mujeres Afrodescendientes, este fallo establece la generación de  escenarios justos para hablar de las mujeres en el rol de  movilizadoras de las economías locales en los territorios.

En el caso de la producción de Viche, el rol de las mujeres es uno de los más representativos en el proceso productivo. Mujeres afrodescendientes como las lideresas de Viche Arte, Viche Asoparupa/Don Héctor, Semillas de Vida de Buenaventura, SEVICHE de Pizarro – Chocó, y Asoviche de Bojayá – Chocó zonas rurales del andén costero del Pacífico colombiano, han mantenido sus prácticas culturales, convirtiéndolas en una fuente de ingresos para sus familias y comunidades, al tiempo que gestan procesos de movilización para lograr reconocimiento, autonomía y condiciones de vida digna.  

En Colombia, las comunidades negras han logrado consolidar un modelo de conservación y uso sostenible de la biodiversidad,  las mujeres en la producción de Viche son guardianas de la cultura y tradiciones de sus comunidades. Su participación activa en este proceso contribuye a mantener viva y preservar la identidad cultural de la región. Y es que ellas,  fundamentan sus procesos de producción  principalmente en el uso de ingredientes naturales y locales, como caña de azúcar, plátano y diversas hierbas, lo que las convierte también en líderes en la conservación de la biodiversidad al utilizar ingredientes de la región y promover prácticas sostenibles.   En plataformas como el Festival de Música del Pacífico Petronio Alvarez, estas productoras pueden llegar a realizar un sin número de transacciones comerciales que les permite sostener sus familias por un buen periodo de tiempo, esto sin contar  las relaciones comerciales mediante patrocinios y alianzas con el festival, que les brinda la oportunidad de promocionar sus productos y servicios en un evento de gran visibilidad.

 Sin embargo, ellas enfrentan la otra cara que en estos momentos se da al ser pequeñas productoras de  Viche en nuestro país, y es la zozobra constante por el decomiso de las bebidas en los territorios por falta de reglamentación, al tiempo que los grandes  empresarios, chef y dueños de restaurantes en las ciudades  gozan de los beneficios económicos que deja la venta de esta bebida, suplantando marcas étnicas por  marcas propias en sus grandes restaurantes y bares exclusivos del país.   

Sin duda, el Viche, lejos de ser meramente una bebida alcohólica, es un producto que está inmerso en la cultura negra, desde el nacimiento hasta la muerte, y para que estas situaciones no sigan limitando el escenario prometedor que han encontrado las mujeres en sus emprendimientos, se necesita hacer  o pensar en varias cosas.   En primera medida, generar canales de acceso a la información  para  todas estas productoras. El acceso a la información es un componente clave para una participación ciudadana significativa. Cuando se niega a las personas afrocolombianas el acceso a información, se dificulta la capacidad para participar en la toma de decisiones que afectan  sus vidas y comunidades, haciendo también énfasis en el ejercicio que requiere producir Viche.

Esto limita sus capacidades para abogar por sus  derechos, presentar propuestas o participar en procesos de fortalecimiento de la manifestación.  Por otro lado, promover la creación de asociaciones o cooperativas de mujeres afrodescendientes productoras de Viche, les permitirá fortalecer su posición en el mercado.

Trabajar en conjunto les brindará mayor capacidad de negociación, acceso a recursos y la posibilidad de acceder a nuevos mercados.  Así mismo, proporcionar capacitación y formación técnica en aspectos como la calidad de la producción, el manejo de la cadena de suministro, la gestión empresarial y el mercadeo, les permitirá mejorar la competitividad de sus productos y servicios.

También,  resaltar la identidad cultural y la tradición ancestral asociada a la producción de Viche de las mujeres afrodescendientes puede ser un factor diferenciador en el mercado.  Promover la marca y la calidad de su producto en función de su origen cultural puede generar interés y reconocimiento. Finalmente, entre otros ejes de acción, es fundamental fomentar políticas y programas de apoyo específicos para las mujeres afrodescendientes en la producción de Viche, a nivel local, regional y nacional, puede ayudar a superar barreras y desafíos que enfrentan en el mercado.  Para esto también es importante, facilitar la conexión entre las productoras de viche y los distribuidores, restaurantes, bares o tiendas especializadas interesados en comercializar sus productos, puede abrir nuevos canales de venta y distribución. Así mismo, impulsar la responsabilidad social empresarial, las empresas interesadas en comprar Viche de mujeres afrodescendientes pueden promover prácticas de responsabilidad social empresarial, como pagar precios justos por su producto y contribuir al desarrollo de sus comunidades.

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