La presidenta del Partido de la U, que dejará su cargo esta semana para aspirar nuevamente a la gobernación del Valle del Cauca, habló con Forbes Colombia sobre los retos que enfrenta el departamento y el panorama de su colectividad para los comicios de octubre.
Cuando arrancó la presidencia de Gustavo Petro, el país fue testigo de como se conformó una robusta e inédita coalición de la que hacían parte el Partido Liberal, Partido Conservador y el Partido de la U. Dicho grupo parecía irrompible hasta que irrumpieron las ‘reformas del cambio’, cuyo accidentado debate y la postura radical del gabinete frente a la salud y las pensiones llevó a que ese ‘dream team’ se rompiera menos de un año después. El problema es que no puede volver a conformarse, así los actores involucrados quisieran.
“Coalición no podemos volver a ser y jurídicamente es imposible (…) No podemos pasar sino una sola vez en toda la legislatur de ser coalición a independientes. Ya no podamos dejar de ser independientes, tenemos que serlo hasta el final, pero la independencia consiste precisamente en eso: estudiar a profundidad los proyectos de ley y aprobar lo que creemos que es bueno para el país”, dijo la presidenta del Partido de la U, Dilian Francisca Toro.
¿Qué quiere decir esto? Que ni la U ni los Conservadores, partidos declarados publicamente en independencia, podrían volver a la coalición de Gobierno. Esto no le pasa a los liberales, que nunca han dicho si van a ser independientes, e incluso se podría argumentar que no han definido su postura en este momento. Esto deja a Petro y su partido en una encrucijada tremenda para las elecciones regionales, pues al ser él mismo quien rompió su alianza, ganar esos apoyos para los comicios de octubre ya es imposible.
Lo cierto es que esa ruptura llega en mala hora para el gobierno, pues en el caso del Partido de la U, las cosas parecen tener un horizonte positivo. Al menos así lo dejó entrever Toro en diálogo con Forbes Colombia, pues se mostró satisfecha al ver que las inscripciones aumentaron a comparación de 2019, en parte gracias a la capacidad de la colectividad de llegar a muchas regiones a las que nunca se habían acercado, como el Eje Cafetero.
Siga a Forbes Colombia desde Google News
Y es que es la primera vez que el partido tiene tantos candidatos a gobernaciones, que llegarían a 13. Para alcaldías, concejales y diputados también tienen números importantes, pues ‘La U’ cuenta con 12.000 avales. Con esos datos, la aún presidenta espera poder tener bastantes gobernadores y representación en el país. “Nosotros somos un partido de regiones más que cualquier cosa. Esa es nuestra fortaleza”, señaló.
Este panorama hace que Toro pueda afirmar con seguridad que el partido se fortaleció a comparación de cómo lo encontró tras su llegada el 7 de noviembre de 2020. En su informe de gestión detalló que, en ese entonces, el partido estaba en buenas condiciones financieras y había mucha división que provocó la salida de varias personas. Ese desestimulo cambió cuando empezaron a ir a las regiones para escuchar a la comunidad y crear proyectos de ley escuchando a la gente.
“Fortalecimos un centro de pensamiento y logramos cambiar los estatutos. Antes éramos un partido de derecha, pero luego nos convertimos en una colectividad de centro, más pensando en que teníamos que tener un movimiento dinámico y, de acuerdo a eso, identificarnos con los problemas de la gente y darles soluciones”, apuntó.
Con ese enfoque, no es de extrañar que se haya convertido en la primera mujer en ser nombrada en el cargo por votación en la asamblea del Partido de la U, con casi 1.000 votos. Tal vez ese respaldo le dio fortaleza para armar listas robustas a Senado y Cámara, proceso en el que realizó una convocatoria llamada ‘Líderes para confiar’. De 1.500 líderes inscritos, dejaron 40 en sus listas de Senado, obteniendo así 10 curules, así como 17 en la Cámara de Representantes.
Esa combinación de liderazgo en su partido, así como de la fortaleza del mismo en el Legislativo, le dieron la oportunidad de integrar una coalición del Gobierno donde, a su juicio, “podíamos lograr cambios que se diesen en esta legislación, que pudiéramos construir sobre lo construido, que pudiéramos ayudar a los cambios que la gente quería, pero que esos cambios no destruyeran lo que ya se había construido durante tantos años”.
Convierta a Forbes Colombia en su fuente habitual de Política
Así lo hicieron en la reforma tributaria. Toro describió dicho esfuerzo como “un trabajo bien intenso” donde involucró al centro de pensamiento creado dentro del partido para apoyar a los congresistas, e incluso definir unas líneas rojas en lo que no iban a votar. Gracias a ese ejercicio, la directiva consideró que hubo una muy buena articulación con el presidente Gustavo Petro, logrando que se cambiaran muchas cosas para mejores situaciones con respecto a la gente.
La cosa no fue igual cuando llegaron las otras reformas. En el caso de la salud, Toro la describió como “bastante traumática” al alejarse de sus expectativas y traer un enfoque completamente público, carente de aseguramiento y esbozando el riesgo de acabar con todo el sistema que tenemos. Sin embargo, destacó la llegada del ministro Guillermo Jaramillo como un aspecto positivo gracias a sus acercamientos más abiertos, lo que les permitió aportar lo que ‘nosotros’La U’ quería que se cambiara.
En la reforma laboral, el Partido de la U hizo una ponencia alternativa que no se pudo aprobar debido a la falta de debate, aspecto que también llevó al hundimiento del proyecto. Con respecto a la pensional, Toro resaltó que “ya está más madura”, a pesar de que hay temas en los que su partido no está de acuerdo y que considera deben ajustarse en la plenaria del Senado.
Uno de ellos busca que se fortalezca el fondo que va a guardar los recursos de los ahorradores, con la figura del Banco de la República como garante de ello gracias a su independencia y que, lógicamente, es una garantía para que puedan mantener y guardarlos los ahorros. También hay algunas diferencias con el umbral de tres salarios mínimos pensado para Colpensiones en el pilar contributivo, pues los congresistas del partido apuntan a que sean solo dos.
“Esperamos que haya una discusión a profundidad, técnica y en donde primen los intereses de los colombianos, donde quien se beneficia sea la gente y que logremos mejorar muchas cosas, pero sin destruir lo que tenemos”, apuntó.
Aspiraciones políticas
“Yo amo mi departamento y me siento muy orgullosa de poderle servir al Valle. Eso es lo que más me impulsa a seguir”, dijo Toro al ser consultada sobre su intención de repetir cuatrenio como gobernadora del Valle del Cauca, cargo que ocupó entre 2016 y 2019.
Eso no le impidió destacar la labor de la la gobernadora, Clara Luz Roldan, que a su juicio “ha continuado con el trabajo difícil” al enfrentar dos coyunturas complejas a nivel nacional, como la pandemia de Covid-19 y el estallido social de 2021. Pese a ello, el departamento mantuvo la calificación AAA en las finanzas públicas del Valle, logro que Toro consiguió durante su administración.
Asimismo, destacó aspectos como la inversión en infraestructura y vías terciarias, cultura y medio ambiente, aunque aseguró que este último punto necesita potenciarse para “ver un Valle verde”, factor que compone una de sus prioridades de gobierno, sobre todo en el potencial de las energías limpias. Otro de los retos más importantes tiene que ver con la calidad educativa, aspecto que más afecta la competitividad del departamento, así como la seguridad y la inversión social en el tejido social.
“Después del paro se originó una sensación de división y resentimiento. Creo que si nosotros logramos mejorar esa inversión en lo social, las oportunidades, el empleo el crecimiento económico y el emprendimiento, lograremos también mejorar la seguridad y podremos tener un Valle del Cauca en paz, que es lo que todos queremos”, destacó.
No por nada su apuesta central está en lo que ha llamado la ‘estrategia de dos patas’: una de ellas está compuesta por la seguridad. De hecho, una de sus propuestas le apunta a una “Alianza del Pacífico por la seguridad”, donde busca trabajar de la mano con el Cauca, Chocó, Nariño y el Eje Cafetero, teniendo en cuenta los multiples corredores que van hasta el Pacífico y que cruzan estos departamentos.
Lea también: ¿Somos realmente competitivos? Así está el pulso en la Colombia local
Por otra parte, Toro aseguró que el Pacífico “ha sido muy olvidado por el Gobierno central”, por lo que argumentó que departamentos como Valle del Cauca “tendrían que ayudar a cerrar esas brechas”. Esto no solo para ayudar a generar desarrollo en el Pacífico, sino para que no haya migración hacia el Valle del Cauca.
“Una de las cosas que más afecta y genera más pobreza y dificultades en Cali y en el Valle es precisamente la migración o el desplazamiento que se genera del Pacífico. La gente viene a buscar nuevas oportunidades, pero hay dificultades para absorber toda esa esa cantidad de personas con necesidades. Tenemos que luchar y trabajar para aportar a que se puedan disminuir esas brechas sociales”, explicó.
Bajo esta perspectiva es que llega la “segunda pata” de su estrategia, que se basa en el desarrollo económico, jalonado principalmente por la competitividad y el emprendimiento, factores que pueden impulsar aún más la inversión extranjera en el departamento. Y es que, entre 2016 y 2019, llegaron unas 62 empresas al departamento que generaron 7.000 empleos formales, así como una actividad muy grande en el tema agroindustrial, focalizada sobre todo en productos como el aguacate.
Asimismo, Toro reveló que la inversión llegó principalmente de naciones como Holanda, Perú, Mexico y Chile. Estos resultados la llevaron a elaborar un Plan Frutícola basado en asociaciones para pequeños agricultores que, hoy en día, cuenta con 4.000 campesinos repartidos en ocho asociaciones que ya están exportando sus productos.
“Tenemos que trabajar mucho más en expandir el sector agrícola para garantizar la seguridad alimentaria del departamento mediante frutas y hortalizas. Con esa riqueza de suelo que tenemos, podemos hacer un esfuerzo mayor”, concluyó.