Según el gremio, el pobre crecimiento del segundo trimestre (0,3%) está relacionado con la caída del subsector de obras civiles (-17,9%), la mayor contracción desde la pandemia.  La semana pasada el Dane reveló que durante el segundo semestre la economía registró un crecimiento de 0,3% y que la  variación del segundo trimestre frente al primero […]

Según el gremio, el pobre crecimiento del segundo trimestre (0,3%) está relacionado con la caída del subsector de obras civiles (-17,9%), la mayor contracción desde la pandemia. 

La semana pasada el Dane reveló que durante el segundo semestre la economía registró un crecimiento de 0,3% y que la  variación del segundo trimestre frente al primero incluso fue negativa (-1%).

Para Juan Martín Caicedo Ferrer, presidente de la Cámara Colombiana de Infraestructura, si bien, dentro del ramo de la construcción, las edificaciones crecieron 3,14%, las obras civiles asestaron un duro golpe al desempeño del sector con un desplome de – 17,9%, un resultado que no se veía desde la pandemia. 

Por ello, el directivo gremial envió este martes una carta a los ministros de Hacienda, Ricardo Bonilla, y de Transporte, William Camargo, en la que propone un plan de choque de siete puntos para reactivar la economía.

1- El primer punto tiene que ver con la recuperación de la confianza en la seguridad jurídica para lo cual se requiere la pronta actualización de las tarifas de peaje y la cancelación de vigencias futuras a las concesiones.

2- El segundo tiene que ver con destrabar los proyectos que afrontan dificultades. Según el gremio, aunque a la fecha el programa de concesiones viales de cuarta generación (4G) registra un avance promedio de 74,4%, se deben priorizar las soluciones para aquellos proyectos que hoy, por decisiones pendientes en la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI), no han logrado su cierre financiero o la ejecución de obras no marcha según los cronogramas previstos.

Entre dichos proyectos se cuentan las concesiones Santana-Mocoa-Neiva, Mulaló-Loboguerrero, Bucaramanga-Pamplona, la iniciativa privada Girardot-Ibagué-Cajamarca y la Perimetral de Oriente de Cundinamarca.

3- Licitar prontamente nuevos proyectos APP ya estructurados. De acuerdo con el gremio, la ANI cuenta con un conjunto de proyectos en etapas avanzadas de estructuración, los cuales suman cerca de $22 billones. Su adjudicación y, por consiguiente, construcción puede generar cerca de 620.000 empleos directos, indirectos e inducidos.

Tal es el caso, según el gremio, de los proyectos carreteros como Pasto-Popayán, Villeta-Guaduas e IP Conexión Centro, proyectos férreos como La Dorada-Chiriguaná y proyectos aeroportuarios como IP Aeropuerto Rafael Núñez de Cartagena, IP Aeropuerto Gustavo Rojas Pinilla de San Andrés, IP Nuevo aeropuerto de Cartagena, IP Aeropuerto de Cali, IP Campo de vuelo e IP El Dorado Max, los cuales son ejes fundamentales para darle un impulso al sector concesionado y garantizar la tan anhelada conectividad del territorio nacional.

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4- Garantizar la asignación presupuestal necesaria para la ejecución de los proyectos a cargo del Invías. Además de las importantes inversiones en los referidos programas de cuarta y quinta generación de concesiones, entre 2023 y 2030 se invertirán cerca de $43 billones en programas de obra pública como ‘Caminos Comunitarios para la Paz’, ‘Colombia avanza’ y ‘Legalidad y reactivación 2.0’, entre otros.

De acuerdo con la CCI, bien vale la pena destacar el potencial económico y social que generan las pequeñas y medianas empresas de ingeniería: según el Dane, el 90% del sector productivo colombiano está conformado por pymes ubicadas en su gran mayoría en ciudades y municipios distintos a Bogotá, generan cerca del 40% PIB nacional y concentran más del 80% de la fuerza laboral en el país.

Dichas pymes especializadas en ingeniería en las regiones están listas para construir y mejorar las vías terciarias en asocio con las juntas comunales.

5- Apalancar proyectos estratégicos en los cuales converjan diversas fuentes de recursos. Con el fin de garantizar mayores niveles de conectividad en el corto y mediano plazo, se requiere una coordinación estrecha entre el Gobierno Nacional y local con el fin de apalancar proyectos estratégicos en los cuales converjan las diversas fuentes de recursos (Presupuesto General de la Nación, Sistema General de Participaciones y Sistema General de Regalías).

Sobre el particular, debe precisarse que, con corte a julio de 2023, según el Ministerio de Hacienda y Crédito Público, el sector transporte ha pagado el 28,5% ($4,2 billones) de su apropiación vigente ($14,8 billones).

De ello se deduce, según el gremio, que, de confluir la efectiva y eficiente asignación y apropiación de los recursos en mención con la definición de proyectos estratégicos, se lograrían consolidar importantes avances e impactos positivos en materia de bienestar social en las regiones.

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6- Revisar la efectividad del Sistema General de Regalías. Para ello, es imperativo revisar prontamente la efectividad del Sistema General de Regalías. “Lo anterior, dado que no se compadece con la escases de recursos, el hecho de que a la fecha aún cuenta dicho sistema con más de $16 billones sin asignar. Equivale ello a una dramática paradoja, de cara al notorio déficit de infraestructura y vías en las regiones, especialmente las más necesitadas y apartadas”.

7- Involucrar en el ejercicio de reactivación a las ciudades capitales. Salvo Bogotá D.C., las ciudades capitales no evidencian inversiones notables en infraestructura de transporte. Se requiere, entonces, de un mecanismo eficaz de coordinación entre el Gobierno Nacional y los gobiernos locales, a fin de apalancar la financiación de proyectos estratégicos en los cuales converjan las distintas fuentes de recursos.