En los últimos dos días, el precio de la energía en bolsa superó el umbral de escasez de activación, lo que alerta sobre la situación en este sector.
En las últimas 48 horas, el precio de la energía en Colombia superó el umbral del “precio de escasez de activación”, una medida de control que permite encender las alarmas sobre la oferta de energía disponible en la bolsa y que permite tomar medidas con el fin de evitar desabastecimiento.
Para este mes, el precio tope de escasez es de $1.064 por kilovatio/hora (kWh) mientras que en los últimos dos días se alcanzó un precio de $1.090 kWh, lo que supone una subida del 2% por encima del umbral.
Según Esteban Quintana, CEO de Klik Energy, gestora de riesgo en el sector energético, lo que pasó ayer miércoles y hoy jueves fue que se superó la situación crítica del sistema.
“Esto es básicamente una primera alerta o un primer anillo de seguridad para el sector energético”, afirmó Quintana. “El sistema lo que hace es identificar toda la generación disponible, ya sea térmica, hidráulica, lo poquito que haya solar, la biomasa que haya, y todos los recursos de generación para ver quién está disponible para empezar a generar.”
Las principales causas de esta subida se atribuyen a tres factores. En primer lugar, estamos empezando a vivir el fenómeno de El Niño, un evento climático que desabastece a las centrales hidroeléctricas, las cuales producen cerca del 70% del abastecimiento nacional de energía. En momentos como este, la oferta la deben cubrir los centros de energía térmica, que son más costosos debido a que utilizan combustibles que en su mayoría son importados.
La segunda causa es el incremento masivo de la demanda, una consecuencia que también viene de la situación climática que enfrenta el país. Al vivirse una sequía más profunda, el calor aumenta, y el consumo de energía también, principalmente para abastecer los sistemas de ventilación y los aires acondicionados.
La tercera causa sería el aumento del precio del dólar. Lo cual encarece aún más los combustibles que se utilizan para a abastecer a las centrales de energía térmica.
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Esta situación, según lo señalan los expertos, afecta a todo el sector energético desde los consumidores, como las familias y las grandes empresas, hasta los generadores, especialmente a las centrales hidroeléctricas.
La situación podría verse agravada debido a la coyuntura actual en Hidroituango, donde las manifestaciones y los bloqueos que exigen la búsqueda de dos hermanos desaparecidos, amenazan con poner en peligro a los trabajadores de la planta y el funcionamiento de las turbinas.
“Yo creo que debemos alarmarnos un poco más de lo que estamos ahora”, afirma Quintana, quien también cuenta que esta subida ya se preveía pero que llegó antes de lo esperado, y que esas proyecciones contaban con la central de Hidroituango trabajando al tope.
“Entonces, si ahorita con los bloqueos no entran las dos unidades adicionales y aparte se frenan las que ya están activas generando, eso sí es de mucha preocupación”, alerta el CEO de Klik.
Estos índices no se veían desde 2015 y 2016, año en el que ocurrió el último fenómeno de El Niño. En esa época, durante el Gobierno Santos, la CREG lanzó la iniciativa Apagar Paga un programa que pretendía reducir el consumo de energía a través de incentivos como la reducción de precios por kilovatio si los grandes consumidores —principalmente las grandes empresas— mostraban resultados en el ahorro de energía.
De otra parte, José David Manzur, presidente de Asocodis, explicó que el precio de escasez es el precio de bolsa tope que se le traslada a los usuarios. Al preguntársele si la situación es crítica y qué representa, el dirigente gremial explico que “ya estamos con el tope de los precios en bolsa y eso afecta la liquidez de las empresas, más las que están expuestas a bolsa”.
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