América Latina necesitará al menos 1,2 millones de desarrolladores de software para el año 2025. Y si la meta es cumplir con esa cuota es necesario que mujeres y hombres tengan oportunidades por igual en temas tech. ¿Cómo reducir la brecha?

En el vertiginoso universo de la tecnología, donde cada día somos testigos del surgimiento de innovaciones que remodelan nuestro porvenir, hay un imperativo desafío que demanda atención inmediata: la creciente demanda de programadores supera con creces la oferta disponible.

Según el Reporte del Mercado Laboral TI Colombia 2023, realizado por Hireline, un portal de empleo especializado en tecnología, para el año 2023 el perfil más solicitado por las empresas en Colombia es el del programador. Sin embargo, surge una pregunta crucial: ¿cómo aseguramos que este auge de oportunidades en programación sea igualmente accesible para todos y todas, incluyendo a niñas y mujeres jóvenes?

De acuerdo con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), América Latina necesitará al menos 1,2 millones de desarrolladores de software para el año 2025. Este es un desafío significativo, especialmente si consideramos los datos del MinTIC en Colombia, que sugieren un déficit de entre 68 mil y 112 mil de estos perfiles en el país para el mismo año. Lo más preocupante de este panorama es la desigualdad profundamente arraigada en la industria tecnológica.

Por dar un ejemplo, en el sector de Tecnologías de la Información (TI) solo el 20% de los Project Managers son mujeres, según datos del Project Management Institute (PMI). Además, según la ONU, en todo el mundo, las mujeres ganan cerca de un 20% menos que los hombres por trabajos con la misma demanda. Colombia lidera la lista de la brecha salarial de género, con un impactante 24% de diferencia.

Para abordar este problema de manera efectiva es esencial que fomentemos una mayor participación de niñas y mujeres jóvenes en carreras STEM. Un estudio de la firma Michael Page revela que en Colombia solo el 20% de los estudiantes en carreras tecnológicas son mujeres. Esta estadística refleja la urgente necesidad de un cambio en la industria.

Es imperativo que las empresas del sector tecnológico lideremos esta transformación y creemos igualdad de oportunidades para que todas las mentes brillantes, sin importar su género, prosperen en las carreras STEM y, específicamente, en la programación. En un futuro cercano, tener buenas bases de programación desde la niñez será tan fundamental como saber leer y escribir.

Para lograrlo, debemos desafiar los estereotipos arraigados que puedan disuadir a las niñas de buscar carreras en STEM y a las mujeres jóvenes y adultas de desarrollar carreras exitosas y a largo plazo en el sector. Aunque los sesgos aún prevalezcan en el sistema, existen organizaciones que lideran el camino en la promoción de la diversidad de género. La inclusión y la diversidad son los pilares sobre los que construiremos un futuro tecnológico más brillante y equitativo en Colombia.

Estos cambios solo se pueden lograr a través del ejemplo y del compromiso activo. Por eso, en HP hemos hecho de la inclusión una prioridad. A nivel mundial, el 37,6% de nuestra fuerza de trabajo es femenina; el 34,4% de los puestos directivos y el 22,7% de los puestos de ingeniería y tecnología son ocupados por mujeres. Nuestra meta para 2030 es contar con más del 30% de técnicas e ingenieras.

El camino no ha sido sencillo ni lo será en el futuro cercano. Aún persisten muchos mitos por derribar. En este desafío por la igualdad de género en el sector tecnológico, no debemos olvidar que la formación desde la infancia en STEM es esencial para fomentar la colaboración de mentes diversas en la construcción de un mejor mañana. Las empresas exitosas serán aquellas que consideren la equidad de género no solo como una gran prioridad, sino como un imperativo del negocio. Juntos, lideremos el camino hacia un mundo tecnológico más inclusivo y equitativo para todos y todas.

Por: Sandra Hinestroza*
*La autora es Directora General de HP en Colombia.

Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes Colombia.

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