Al inicio de la semana, la reforma estaba atorada en segundo debate y su paso a Comisión Séptima del Senado parecía no concretarse. Ahora le quedan solo nueve puntos para lograrlo.
La reforma a la salud tomó nuevo aire luego de varias semanas de aplazamientos por falta de quórum y presunta falta de garantías para los congresistas de la oposición. Tal parece que llegó a su recta final con 15 artículos aprobados el martes, 12 avalados ayer y 21 hoy en en la Cámara de Representantes. Estos números dejan el proyecto a solo nueve puntos de pasar a tercer debate en Comisión Séptima del Senado.
Y es que, luego de un semestre entero de debate, el texto de reforma llega al último mes del año con 134 artículos aprobados y ocho eliminados. Ahora, enfrenta una carrera contra el tiempo con apenas 20 días para terminar su trámite en Cámara y hacer el tránsito a Senado con la aprobación de los puntos que aún deben debatirse. El problema es que quedó lo más polémico para el final.
Una prueba de ello fue el cierre del debate de ayer, pues no se procedió a la votación de un bloque de 10 artículos (48, 49, 50, 52, 53, 54, 71, 125, 130 y 131) que definirían el tránsito de las entidades prestadoras de salud (EPS) a gestoras de vida, nuevamente por falta de quórum. Y es que este ha sido uno de los bloques que los congresistas de la oposición han pedido que se revise punto por punto, dada la complejidad que maneja cada apartado.
En gran medida, esto se hizo para evitar lo que sucedió el martes con un punto coyuntural como la Administradora de los Recursos del Sistema General de Seguridad Social en Salud (Adres), pues se aprobaron tres artículos que definen su rol: el 58, que asigna funciones a la Adres, generando debate sobre su capacidad operativa; el 60, define las funciones de la entidad y especifica que será quien administre los recursos del sistema; y el 70%, que permite el pago de hasta 85% de facturas médicas antes de que se realice cualquier tipo de auditoría.
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Este último ha sido descrito como un ‘orangután’, pues habilita a la Adres a efectuar el pago de dicho porcentaje a clínicas y hospitales dentro de los 30 días hábiles a la radicación de la factura, y el 15% restante sujeto a revisión y auditoría de las cuentas, sin que supere los 90 días. De acuerdo con la representante del Partido Verde, Katherine Miranda, esto es “abrirle la puerta a la corrupción”.
Más preocupante aún es que estas votaciones se han llevado a cabo sin un informe de impacto fiscal y sin una reflexión seria sobre las consecuencias. Al respecto, el exministro de Salud y Educación, Alejandro Gaviria, afirmó que “la Cámara de Representantes está aprobando artículos que llevarán a la quiebra el sistema de salud. Una vergüenza y una tragedia para el país”.
Y es que, apenas unas horas antes de iniciar el debate, el Ministerio de Hacienda emitió un documento donde estipulaba que el costo de la reforma a la salud podría ser de $929.000 millones para 2024. No obstante, ha generado suspicacia entre los congresistas, pues lejos de ser un aval fiscal, se calculan los escenarios de factibilidad del proyecto, dejando en el aire la posibilidad de que afecte las finanzas públicas de la nación.
Precisamente, uno de los aspectos que podría generar sobrecostos también se avaló ayer: la atención primaria en salud y red de prestadores. De hecho, la aprobación del primer bloque de seis artículos (9, 10, 12, 13, 14, 18) estaba directamente ligado a la conformación de los centros de atención primaria (CAP), así como las redes integrales e integradas de servicios de salud. Un segundo grupo de seis puntos (19, 20, 22, 24, 25 y 26) tuvo que ver con la prestación de servicios para personas con enfermedades raras, así como la coordinación departamental y distrital del nuevo sistema de salud.
“Han convertido a la salud en un sistema que favorece a quien hace negocio con la salud, y lo que necesitamos es que haya prevención en salud. Si tenemos los CAPs para que atiendan a la población y sus necesidades de manera próxima (…) Esto no es para tener control social, sino para tener un cuidado de la población“, dijo el representante del Pacto Histórico, Alfredo Mondragón.
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Por el contrario, el representante del Centro Democrático, Andrés Forero, se manifestó en contra bajo el argumento de que se están votando en bloque artículos problemáticos de la reforma a la salud. “CAPS, tiempos de transición de EPS a gestoras, funciones y remuneración de las futuras gestoras y un largo etc. se votan casi sin discusión. Destruyen lo que no acaban de entender y pagarán los pobres“, dijo.
Sin embargo, esa no fue la principal polémica de esta semana, pues el ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, volvió a referirse a las vacunas contra el Covid-19, y aseguró que los colombianos que recibieron las dosis del fármaco “sirvieron para el más grande experimento de la historia”. Esto durante un debate de control político en la Comisión Primera del Senado, que se centró en el desabastecimiento de medicamentos que enfrenta el país.
En este mismo debate, el jefe de la cartera señaló que intervendrá los “mercados oligopólicos” de los medicamentos, bajo el argumento de que los grandes laboratorios farmacéuticos no se pongan por encima de las necesidades de los más humildes.
El tercer round continuó donde quedó la última jornada, momento en que contaba con 105 puntos avalados y en el que los representantes se disponían a decidir el futuro de las entidades prestadoras de salud (EPS) y su transformación al modelo de ‘gestores de vida’ que propone el proyecto del Gobierno. La iniciativa fue aprobada como primer paso en la recta final del texto en la Plenaria.
El bloque de 10 artículos (48, 49, 50, 52, 53, 54, 71, 125, 130 y 131), que pasó con 73 votos a favor, avala la creación de las gestoras y sus funciones gestoras, así como los acuerdos de voluntades, el régimen de transición y los criterios de asignación de las unidades de pago por captación (UPC). Incluso, se les otorga un “regalo” que oscila entre $3,5 billones y $5 billones.
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La decisión no estuvo exenta de polémica, pues aún hay factores problemáticos como la falta de claridad frente a la responsabilidad de los usuarios, la falta de recursos necesarios para implementar la reforma, así como una transición insuficiente al nuevo sistema, según explicó la representante del Nuevo Liberalismo, Julia Miranda.
Más grave aún fue el señalamiento de la representante del Partido Verde, Catherine Juvinao, luego de que los miembros de su partido no pudieran dar sus argumentos sobre el bloque que se votó. Esto luego de que no pudieran hacer presencia en los debates de ayer y antier debido al proceso de recusación que surgió tras las declaraciones del ministro de Salud, Guillermo Jaramillo, en las que insinuaba que esta bancada tenía cuotas burocráticas en el Gobierno.
Pocos minutos después, se aprobaron con 73 fotos a favor los artículos 124, 137 y 142 con proposiciones avaladas, así como los puntos 88 y 129 como vienen en la ponencia. Mientras que el 88 se refiere a la función conciliadora de la Superintendencia Nacional de Salud y el 124 ordena al gobierno formular un Plan Nacional de Salud Rural, los otros tres puntos se refieren a las disposiciones para transitar del actual modelo de salud al nuevo que propone el proyecto, el otorgamiento de créditos para las IPS que tengan deudas con las EPS liquidadas, así como el pago del cálculo de la UPC en el nuevo sistema.
Acto seguido, se aprobaron seis artículos más referentes a las funciones del Consejo Nacional de Salud. Con 82 votos a favor, la plenaria avaló los puntos 28, 29, 31, 32 y 35 con proposiciones avaladas y el 34 tal como está presentado en el documento.
Después de votar este bloque, se levantó la sesión, nuevamente por falta de quórum, y se citó una nueva plenaria para el lunes 4 de diciembre a las 2:00 p.m., momento en que se espera que el articulado sea aprobado e su totalidad y efectúe su paso a Comisión Séptima del Senado de la República, donde empezaría a debatirse en el primer semestre de 2024.