¿Cuáles son las estrategias para enfrentar el desafío que revelan las cifras de desempleo en Colombia actualmente?

Las cifras de desempleo de octubre publicadas por el Dane trajeron algunas señales mixtas: por un lado, la tasa de desempleo se mantuvo en una cifra con 9,2% en su serie original, lo que es una buena noticia; pero por el otro, la creación de empleo continúa desacelerándose, con 476.000 nuevos puestos de trabajo comparados con 718.000 de septiembre. Esto sin contar que la proporción de empleos informales si bien bajó, continúa siendo alta con 55,2% del total. Si envolvemos todo esto en medio de un contexto de contracción económica y alta inflación sin duda vale la pena dedicarle un tiempo a analizar sus implicaciones.

Un concepto útil que va a surgir en la discusión, eso si no es que ya lo han escuchado, es el de desestacionalizar. Es un procedimiento que busca homogeneizar las series corrigiendo el efecto de fluctuaciones tales como los festivos o eventos estacionales, para poder identificar los cambios estructurales. La razón por la que traigo este concepto a colación, es debido al gráfico de la izquierda que compara las tasas de desempleo calculadas por el Dane para la serie original y la desestacionalizada que muestran una historia muy diferente desde agosto de este año, con la primera reduciéndose, mientras la segunda aumenta hasta llegar al borde de los dos dígitos.

Como siempre digo en mis clases y conferencias, no se puede analizar un dato sin tener en cuenta su contexto, y tanto la sorpresa negativa de la contracción anual de -0,3% de la economía en el tercer trimestre, como las discusiones de reforma laboral y pensional que se llevan a cabo en el Congreso hacen que este dato de empleo sea particularmente relevante. Desde el punto de vista de la economía, la serie desestacionalizada y la reducción en la creación de nuevos puestos de trabajo desde julio muestran cómo en medio de este contexto económico ya estamos viendo un deterioro del mercado laboral, lo cual preocupa por que es una variable de lenta recuperación. 

La otra parte viene asociada con el nivel de informalidad de 55,2%, el cual, si fuera reducido significativamente, aumentaría no solo la calidad de vida de los hogares, sino los aportes al sistema pensional, por lo que desde la reforma laboral sería crucial generar incentivos de creación de puestos formales que permitan llegar a esto. Se que esto es muy obvio, pero a veces se pierde de vista una premisa lógica y es que entre mayores sean los aportes de los trabajadores al sistema, menor será la carga fiscal para el gobierno al no tener que cubrir déficits cada vez mayores. Así pues, al final del día, el ejercicio debe centrarse en primer lugar en políticas y medidas tendientes a reactivar la economía para evitar el deterioro del mercado laboral, pero también articular de forma adecuada las reformas laboral y pensional para incentivar la creación de empleo formal y aumentar los aportes al sistema, ya que todo se conecta con el empleo.

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