La Junta Directiva del Emisor pidió cautela con el aumento del salario mínimo para 2024.
En la última reunión de Junta Directiva de 2023, el Banco de la República decidió bajar la tasa de interés en 25 puntos básicos con cinco votos a favor y dos en contra, cerrando el año en 13%, después de ocho meses consecutivos de mantenerla inalterada.
El gerente del Emisor, Leonardo Villar, mencionó que la inflación mantiene una senda decreciente en últimos ocho meses, cerrando con 10,15% en noviembre por buen comportamiento en precios de los alimentos, que cayó dos puntos frente a octubre.
“Hay confianza en que la reducción es sostenible, pero no significa que tengamos claridad de los que vamos a hacer en las siguientes juntas ni que inicie un proceso de reducción de tasas. Esto se hace con la suficiente confianza de que no va a tener que revertirse. Las condiciones en las que se hace son propicias para ello”, añadió.
La Junta destacó que la actividad económica sigue desacelerando, teniendo en cuenta que el indicador de seguimiento a la economía (ISE) presentó una variación negativa de 0,4% en octubre. A su vez, detallaron que el ajuste hacia niveles más compatibles con el panorama actual redujo déficit de cuenta corriente, que pasó de 6,2% en 2022 a 2,8% en 2023. Esta mejora en la posición externa del país hace que la economía sea menos vulnerable a deterioros en el contexto global.
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“Se trata de un crecimiento bajo que para algunos sectores implica reducciones, pero sobre unos niveles extraordinariamente altos que tuvimos en 2022. Si lo miramos en perspectiva frente a antes de la pandemia, Colombia destaca como uno de los países que mayor aumento ha tenido en la actividad productiva”, añadió Villar.
Sobre el dato de ISE, el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, dijo que lo importante es el mensaje de fin de año, en un escenario donde hay desaceleración económica clara. Lo que señaló el ISE es que aún hay síntomas preocupantes donde debemos esperar las cifras de noviembre y diciembre, que son alentadores, para no tener un episodio recesivo de dos semestres continuos.
El ministro también sostuvo que, más importante que la caída de la tasas de interés del Emisor, es la reducción de gravámenes en el mercado financiero, pues los bancos comerciales son quienes hacen cierre financiero para construcciones y compra de bienes y servicios de parte de los consumidores.
Villar también sostuvo que las condiciones externas han mejorado con una inflación global con tendencia decreciente. Asimismo, destacó que las proyecciones de la tasa de interés de la FED muestran que tendría un sendero más bajo que el previsto antes, llevando a que el peso colombiano se viera apreciado frente al dólar y que la prima de riesgo soberano se redujera.
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Villar también destacó que la Junta hace un llamado a cautela con respecto al aumento de salario mínimo, que no exceda de forma significativa el IPC, teniendo en cuenta las ganancias y poder adquisitivo que se obtuvieron en 2023 y que se esperan en 2024.
Bonilla también destacó que la expectativa para 2024 es que siga bajando la inflación, que ya incluye el impacto de alimentos ultraprocesados y el cierre de la brecha de los precios de la gasolina con respecto a las cifras a nivel internacional.
El gerente del Emisor agregó que los ajustes de la tasa de interés para 2024 dependerán de lo que esté pasando con las expectativas de inflación y las variables que afectan los análisis del Banco, que incluyen el contexto internacional, el comportamiento de la demanda agregada y decisiones como el salario mínimo.
Al respecto, el jefe de la cartera financiera sostuvo que la cautela que pide el banco con respecto a las negociaciones del salario mínimo apunta a “reconocer la recuperación del poder de compra”. Al mismo tiempo, señaló que ya se conoce la propuesta de los trabajadores, pero no la de los empresarios, por lo que la negociación no se ha cerrado.
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Las proyecciones del Banco incluyen certeza de que el país tendrá un Fenómeno del Niño para 2024, y aclaran que “siempre existe el riesgo de que el impacto sobre los precios sea mayor del esperado”, principalmente en alimentos e ingeniería eléctrica. En este caso, destacaron que los embalses están en buena situación, lo cual hace que haya colchón importante que permitiría aguantar un Niño relativamente fuerte sin implicaciones graves.
Otro tema de análisis para 2024 y 2025 tiene que ver con la regla fiscal, sobre todo después de que Fitch Ratings expresara preocupaciones al respecto. Bajo esta perspectiva, Bonilla resaltó que la calificadora de riesgo mantuvo la calificación estable en el país (BB+), y resalta que estamos en la senda de recuperar grado de inversión.
“Lo que reconoce Fitch es que, en un escenario fiscal con un ambiente de bajo crecimiento, es difícil cumplir las metas fiscales, por lo que hay que recuperarnos para tener mejores condiciones. De ahí sugiere que puede demorarse la recuperación del grado de inversión”, señaló.
Frente a las proyecciones económicas para los años venideros, el ministro sostuvo que se espera una inflación que cierre entre 9,5% y 9,7% para 2023, mientras que se proyecta un 5% en 2024, dejando entrever que se recuperará la meta de 3% del Banco hasta 2025. En cuanto al crecimiento económico, se espera un 1,2% en 2023 y 1,5% en 2024, dando paso a una normalización “lenta pero segura”.