¿Podría la inflación seguir cayendo luego de mantenerse elevada todo el 2023? Hay cuatro factores clave que podrían ser detonante en esta tendencia.
Arranca este 2024 con un cambio en el balance de los temas claves que nos acompañarán en el año. Hace doce meses hablábamos de una economía que todavía venia con impulso tras crecer más de 7% en el 2022, un BanRep todavía apretando su política monetaria y una inflación que no paraba de subir.
Hoy el balance ha cambiado diametralmente, la desaceleración es evidente, el BanRep ya inicio el ciclo de recortes y la inflación volvió a un solo digito. Sobre este último tema podríamos tener la sorpresa del año y terminar hablando en doce meses de una inflación en el rango meta (llegar al 4%), algo que hoy parece lejano y no está en las cuentas de nadie. Aquí van, los cuatro detonantes que podrían desplomar la inflación en el 2024:
El dólar, siempre el dólar. El 2023 lo iniciábamos con presiones de la tasa de cambio que nos llevaron a $5.000 por dólar, con todas las repercusiones que esto trae para los bienes importados dentro de la canasta de inflación. Hoy estamos más de mil pesos por debajo y esto ya tiene unas consecuencias favorables para los precios de los transables y las seguirá teniendo en los próximos meses
Sin gasolina. Cuando ya nos habíamos acostumbrado a las subidas de la gasolina y estábamos preparado para las del Diesel, pues el Gobierno las había anunciado, llega el anuncio del Presidente de no mover esta última tarifa en 2024. Vamos a encontrarnos entonces con una presión desinflacionaria relevante en el componente de transporte. Al comparar los precios de los combustibles de hace un año que subían a un ritmo de entre 400 y 600 pesos por mes, versus unos precios que no variarían en 2024, tendremos una caída relevante de la inflación anual.
El efecto base. Esto es la historia de los combustibles aplicada a la canasta de inflación en general. Hace un año veíamos subidas mensuales de los precios atípica: por ejemplo, en enero del 23 tuvimos inflación de 1.8%, cuando lo normal es tener una inflación de 0.7%. Si este año los precios varían de manera ‘normal’ la medida anual de la inflación caería rápidamente.
Desacelerados. Aquí el argumento tiene que ver con la demanda de la economía, y es que resulta natural que con un país que crece muy poco (o no crece como en el 3er trimestre del año pasado), las presiones para subir los precios del consumidor se desvanezcan. Si a esto le sumamos el hecho que los precios al productor están contrayéndose, nos encontramos con un catalizador adicional para que la inflación retorne a niveles mucho más controlados.
Así, la inflación podría dividirse a la mitad de aquí al cierre de año y tal vez se vuelve a cumplir la meta establecida por el BanRep (inflación del 2% al 4%) luego de 4 años de no lograrlo. Entonces el emisor tendría licencia para bajar las tasas y el mercado de renta fija para aprovechar (aún mas) este escenario.
Por: David Cubides*
*El autor es economista de la Universidad de los Andes, con formación en el ITAM de México, Maestría de la Sorbona de París y estudios de Doctorado en Economía en la Universidad de Barcelona. Ha trabajado en el equipo de análisis económico de Citibank, como economista senior del Banco Popular, consultor del Banco Interamericano de Desarrollo y como subgerente de estudios económicos de Itaú Colombia. Es profesor de cátedra de la Universidad de los Andes y actualmente se desempeña como el Director de Investigaciones Económicas de Alianza.
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