El país vive una desaceleración profunda de la economía. Hay tres sectores que se están viendo más afectados: la industria, el comercio y la construcción. ¿Por qué?

El Dane acaba de publicar el dato de crecimiento del PIB del último trimestre de 2023 y con esto la cifra para todo el año pasado. Si bien nos escapamos de la recesión (que se define como dos trimestres consecutivos de contracciones) pues en el 4T23 crecimos 0,3%, dejando atrás una caída del 0,6% en el 3T23, la cifra acentúa las preocupaciones por la salud de economía y confirma el proceso de desaceleración profunda que venimos atravesando (de hecho, este es el número más bajo para un cuarto trimestre desde 2018 si no tenemos en cuenta la caída durante la pandemia).

Aunque se alejó el fantasma de la recesión, para el agregado de la economía, hay tres sectores claves que sí atraviesan por este proceso desde el 3T23 y que siguieron sumidos en la misma situación en el último trimestre del año: industria, comercio y construcción.

Industria, que representa 11% del PIB, registró una caída de 4,8% el 4T24, tras retroceder 3,8% y 6,1% en el segundo y tercer trimestre respectivamente. Dichas tres caídas consecutivas preocupan particularmente por la intensidad en mano de obra de este sector y los encadenamientos productivos que genera. Así mismo, comercio, continuó contrayéndose al cierre del 2023 (2,3%), y acumuló también tres caídas consecutivas, consolidando una recesión prolongada en otro sector generador de empleo. Mientras tanto, construcción (que pesa 4% en la economía colombiana) cayó 1,6% en el 4T24 y amplió el periodo de contracciones que se viene observando desde 4T22. Aquí el subcomponente de vivienda mostró una caída de 0.1% durante todo el 2023, registrando así el peor año desde la pandemia.

Por otro lado, desde el punto de vista de la demanda, la inversión continúa preocupando y bastante. En el 4T24 este componente clave para el crecimiento del mediano plazo registró una caída del 14%, tras haber retrocedido 11% en el 3T23 y 8% en el 2T23. Si nos paráramos justo antes de la pandemia (4T19) este rubo hoy estaría 8% por debajo, lo cual es alarmante, pues en cuatro años en lugar de crecer ha retrocedido.

Con todo esto, resulta evidente que la economía está golpeada y necesita un impulso tanto desde el punto de vista público como desde el privado. Este último probablemente reaccionará una vez las tasas de interés caigan mucho más y se termine de transmitir la moderación de precios. Por el lado del público se espera que se reactiven programas de inversión y ejecución, claves en una coyuntura como esta. Así, es probable que este año crezcamos un poco más pero no lo suficiente para celebrarlo. Nosotros particularmente esperamos un crecimiento del orden del 1.3% durante todo el 2024.

Ahora bien, la pregunta que surge con este dato tan flojo de actividad es si el BanRep se animará a acelerar rápidamente el recorte de tasas en las siguientes reuniones. Parece confirmado que, por el lado de la demanda, las presiones inflacionarias cada vez son menores, y con esto se reducen los argumentos para recortes de solo 25 pbs. En Alianza esperamos al menos 50 pbs de ajuste en marzo, pero no descartamos 75 pbs o incluso 100 pbs, pensando en que para ese momento la inflación podría estar cerca del 7.5%. Ya veremos si piensa lo mismo la Junta del Emisor.

Por: David Cubides*
*El autor es economista de la Universidad de los Andes, con formación en el ITAM de México, Maestría de la Sorbona de París y estudios de Doctorado en Economía en la Universidad de Barcelona. Ha trabajado en el equipo de análisis económico de Citibank, como economista senior del Banco Popular, consultor del Banco Interamericano de Desarrollo y como subgerente de estudios económicos de Itaú Colombia. Es profesor de cátedra de la Universidad de los Andes y actualmente se desempeña como el Director de Investigaciones Económicas de Alianza.

Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes Colombia.

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