Las DePIN, o redes de infraestructura física descentralizada, son uno de los casos más innovadores de la tecnología blockchain. ¿Cómo funciona?
La tecnología blockchain está alterando los mercados no tanto por su innovación dentro del software, sino más bien por su diseño arquitectónico general.
En lugar de servidores centralizados o salas de datos que almacenan la información de una red, el proceso es más democrático a través de la descentralización, distribuyendo la potencia de las redes entre miles de participantes. La tecnología ha sido implementada brillantemente al ‘tokenizar’ nuestros casos de uso más populares: pagos y stablecoins, préstamos y activos del mundo real. Ahora, estamos viendo cómo evolucionan sus casos de uso a través de la ‘tokenización’ de datos del mundo real, a menudo descrito como el internet de las cosas.
Las DePIN, o redes de infraestructura física descentralizada, son uno de los casos más innovadores de esta definición, cambiando la forma en que se puede procesar, compartir y tokenizar la información localizada del mundo real.
A diferencia de las mejoras en el intercambio de bienes físicos o digitales a través de la tokenización, las DePIN están siendo implementadas para mejorar la forma en que se recopila, comparte y monetiza la información importante. Sus principales aplicaciones se centran en el almacenamiento en la nube, las redes inalámbricas, las redes de sensores y las redes eléctricas; y millones han sido invertidos en empresas que construyen sobre estos temas en 2024.
En un modelo tradicional de Web2, una empresa centralizada gestionaría el suministro de datos, el procesamiento y la distribución del servicio. Por ejemplo, en algunas regiones del mundo (Bogotá no está excluida de esta lista) los patrones climáticos son más difíciles de predecir. La eficiencia y efectividad de los modelos predictivos dentro del clima están limitados a una red de dispositivos meteorológicos, a menudo respaldados por infraestructuras gubernamentales o privadas (centralizadas). Los recursos destinados para obtener y gestionar esta información son costosos en muchas ocasiones.
DePIN está alterando este modelo porque, en lugar de que esta infraestructura esté respaldada de forma privada, su red de información es descentralizada y alimentada por usuarios individuales. Construir la infraestructura es mucho más rápido y significativamente más barato, y puede ser alimentada por dispositivos móviles o remotos asequibles. Se pueden conectar más puntos de datos a la red de información ofreciendo una red más robusta. Los datos pueden ser más “reales” y localizados a casos específicos o regiones geográficas. No requiere permisos y puede ser escalada indefinidamente a través de regiones y jurisdicciones. Y los datos serán de propiedad colectiva y procesados, haciendo la información consultable en tiempo real.
Los usuarios pueden acceder y experimentar la información a través de dApps (aplicaciones descentralizadas o aplicaciones sin permisos) y pagar por el servicio a través de los tokens en la red. Estos tokens luego se utilizan para compensar a las personas que alimentan la red y las dApps. No es web 3.0, es comunicación 3.0. El modelo es ingenioso y podría cambiar para siempre la forma en que procesamos información intangible importante.
Los casos de uso son muy amplios, aparte del clima, muchas ciudades necesitan recopilar más datos sobre temas relacionados con el ruido, la contaminación, la conectividad inalámbrica a internet y las redes de energía verde neutral en carbono (Bogotá nuevamente no está excluida de esta lista). Si cada conductor de Uber en la ciudad pudiera usar su dispositivo inteligente para alimentar más datos de tráfico o de contaminación mientras mantiene su trabajo diario, la información podría usarse para mejorar vastamente la infraestructura.
Las piezas del rompecabezas ya están ahí, y no necesitan ser ensambladas, solo necesitan estar conectadas. Los mercados crypto públicos acaban de superar los 2,5 billones de dólares en capitalización de mercado total. El caso de uso del mundo real de DePIN podría duplicarlo.

Por: Alex Cavallero*
Twitter: @apcavallerooo
*El autor es licenciado en Ciencias de la Universidad de Massachusetts Boston, con especialización en Finanzas. Estratega, empresario y cofundador de KII Global, ecosistema blockchain.
Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes Colombia.
Lea también: Por qué Ethereum podría superar a Bitcoin