La tecnología tiene el poder de cambiar vidas y las mujeres que se involucran en ella son impulsoras de ese crecimiento. ¿Por qué?
Nunca olvidaré mi primer día en la universidad. Estaba llena de expectativas, temores y una sinfonía de emociones; a punto de ingresar a una etapa en la que las posibilidades son tan amplias y diversas como el horizonte. Aquel día, al pisar las aulas de clase, ansiosa por conocer y aprender de personas que también compartían la pasión por el universo STEM (acrónimo en inglés para Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas), comprendí que estaba allí no solo para aprender, sino para desafiar los límites y liderar el cambio.
Y así fue; rápidamente comprendí que en el corazón de la tecnología yace el poder de cambiar vidas. En cada línea de código, proyecto o innovación encontramos la oportunidad de transformar realidades y redefinir caminos. Mi carrera nunca fue sobre un conjunto de circuitos, cables o programación, fue el lienzo en el que, junto a personas talentosas y diversas, dibujamos un futuro inclusivo para todos.
Tras obtener mi título, mi propósito ha sido demostrar tres principios que he internalizado a lo largo de mi vida. Primero, que el sector tecnológico debe reflejar la riqueza y diversidad de nuestra sociedad. Segundo, que la verdadera innovación florece de la convergencia de diferentes perspectivas y experiencia. Y tercero, que cada persona cuenta con las capacidades necesarias para perseguir sus sueños y generar avances que mejoren la vida de todos.
Cuando las mentes visionarias convergen, florecen soluciones extraordinarias. Por eso, la industria STEM necesita de las mentes más curiosas, perseverantes y dedicadas; aquellas que se atreven a moldear un futuro inspirador. Entonces resulta esencial que los jóvenes se integren activamente en este proceso, trascendiendo los límites académicos para adentrarse en el ámbito profesional. Aunque la educación superior sienta las bases teóricas y prácticas, corresponde al sector privado facilitar la transición hacia entornos laborales estimulantes, donde el talento emergente pueda crecer y contribuir significativamente al avance de la industria.
No obstante, la realidad laboral para los jóvenes en Colombia presenta desafíos considerables. Según un estudio reciente de Manpower Group, el 85% de las personas entre 18 y 29 años enfrenta obstáculos para encontrar empleo, subrayando la urgencia de implementar iniciativas que fomenten la inclusión de nuevos talentos. Es imperativo desarrollar programas que no solo brinden oportunidades para adquirir competencias técnicas avanzadas, sino que también allanen el camino hacia el éxito profesional. Esta estrategia no solo enriquecerá el tejido empresarial con innovación, sino que también asegurará un futuro más brillante para las próximas generaciones en el competido mundo de STEM.
De esta manera, fomentamos un ambiente laboral enriquecedor y se subraya la importancia de la sinergia entre el ámbito educativo y el sector privado para el impulso del desarrollo sostenible e innovador en nuestras industrias. En este contexto, en HP Inc., nos dedicamos a fortalecer la formación de la próxima generación de líderes en tecnología. A través de nuestra iniciativa HP Life, brindamos vías de desarrollo profesional para jóvenes talentos con gran potencial. Al alinear nuestras acciones con sus ambiciones, fomentamos un espacio de colaboración que está destinado a impulsar ideas revolucionarias que tienen el potencial de transformar sociedades
Como líder empresarial, trabajo con el propósito de abrir puertas y construir puentes para quienes deseen embarcarse en este maravillo viaje e invito a los tomadores de decisiones a fomentar espacios laborales donde puedan florecer talentos diversos. Por otra parte, mi mensaje para quienes aún enfrentan la incertidumbre de adentrarse en el mundo STEM es sencillo: abracen su pasión y nutran su curiosidad. Cada uno de nosotros tiene el potencial de ser agente de cambio, en un mundo cada más tecnológico, para iluminar los caminos de las próximas generaciones.
Por: Sandra Hinestroza*
*La autora es Directora General de HP en Colombia.
Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes Colombia.
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