El silicio se ha convertido en componente fundamental para la evolución de la tecnología moderna. ¿Por qué se ha convertido en algo tan relevante?
Al pensar en los elementos o componentes que mueven al mundo diariamente, muchos podrían apuntar al petróleo u otros combustibles fósiles; o tal vez el oro, tan importante dentro de los mercados financieros internacionales. Sin embargo, hay un mineral que está presente en gran parte de los productos que actualmente usamos en la cotidianidad y que ha transformado el mundo como lo conocemos.
Se trata del silicio, uno de los elementos químicos más abundantes en la tierra, y que ha sido fundamental para la evolución de la tecnología moderna. Es tal su relevancia que la zona en la que se establecieron las principales compañías de tecnología del mundo en el estado de California (Estados Unidos) es comúnmente conocida como Silicon Valley (Valle del Silicio).
Pero, ¿qué hace que el silicio sea tan relevante en el mundo actual? El silicio es un metaloide que, en su forma pura, exhibe propiedades semiconductoras excepcionales. Esta característica esencial le permite controlar el flujo de corriente eléctrica de manera eficiente, convirtiéndolo en un componente básico para la fabricación de semiconductores.
Sí, esos pequeños dispositivos son los cimientos de la mayoría de las innovaciones tecnológicas modernas y están presentes en casi todos los productos que utilizamos a diario, desde electrodomésticos y automóviles, hasta teléfonos inteligentes y computadores. Sin los semiconductores, el funcionamiento de la mayoría de los dispositivos electrónicos sería imposible.
Pat Gelsinger, director ejecutivo de Intel Corporation, ha destacado repetidamente la importancia de los semiconductores en la innovación mundial. Según Gelsinger, estamos al comienzo de una ‘Edad de Oro de los Semiconductores’, en la que estos componentes serán la base de la mayoría de las innovaciones tecnológicas futuras.
En el ámbito económico, los datos de The World Semiconductor Trade Statistics (WSTS) muestran que el mercado de semiconductores experimentó una ligera disminución en 2023, con una estimación de US$520 mil millones. Sin embargo, se espera un fuerte crecimiento en 2024, alcanzando los US$588 mil millones. Esto demuestra la continua demanda y relevancia de los semiconductores en la economía global.
La importancia del silicio se amplifica aún más en el contexto de tecnologías emergentes como el Internet de las Cosas (IoT) y la inteligencia artificial (IA). Estas tecnologías, que impulsan tendencias como los vehículos autónomos o el aprendizaje de máquinas, dependen de semiconductores cada vez más potentes y eficientes para procesar grandes cantidades de datos en tiempo real, lo que hace que el silicio sea fundamental para su desarrollo y funcionamiento.
En línea con este tipo de necesidades por parte de las diferentes industrias, el silicio ha permitido el desarrollo de nuevos chips capaces de aumentar el rendimiento y productividad de las máquinas detrás de estas nuevas tecnologías. Un ejemplo es el recientemente anunciado acelerador Gaudi 3 de Intel, diseñado para las demandas de las aplicaciones de IA generativa, y que será parte de los equipos que los fabricantes pondrán en el mercado en los próximos meses.
Como lo aseguró el presidente de Intel, Pat Gelsinger, hace unos pocos días, “la innovación está avanzando a un ritmo sin precedentes, todo ello gracias al silicio, y todas las empresas se están convirtiendo rápidamente en empresas de IA”.
Asimismo, las nuevas redes de comunicaciones y la computación en la nube soportan su evolución en el desarrollo de microprocesadores cada vez más potentes, por lo que la relevancia de estos, y del silicio como uno de sus componentes principales, está garantizada en los años por venir.
Al ritmo al que vamos, el mercado de los semiconductores alcanzará un valor de un billón de dólares al final de la presente década, según estimaciones de la firma de consultoría McKinsey & Company. En medio de este análisis, menciona la consultora, se prevé que alrededor del 70 por ciento del crecimiento sea impulsado por solo tres sectores: automotriz, informático y almacenamiento de datos, e inalámbrico.
El silicio es, en definitiva, la piedra angular de la revolución digital que estamos presenciando. Desde su papel en la fabricación de semiconductores hasta su relevancia en tecnologías emergentes, este mineral tan común y a la vez tan particular sigue siendo un elemento fundamental en la construcción del nuevo mundo digital en el que vivimos. Su importancia solo seguirá creciendo a medida que continuemos avanzando hacia un futuro cada vez más digitalizado y conectado.
Por: Marcelo Bertolami*
*El autor es director de Socios Regionales y del equipo de Tecnología de Latam en Intel.
Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes.
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