El contexto actual posiciona a los mercados privados como una herramienta para los inversionistas que buscan navegar las complejidades del entorno financiero actual. ¿Por qué?
En un mundo marcado por una mayor incertidumbre y volatilidad, los mercados privados surgen como una fuente de estabilidad y crecimiento para los inversionistas. Los cambios estructurales en la economía actual están siendo impulsados por lo que en BlackRock llamamos ‘mega fuerzas’, que incluyen la disrupción digital, la transición hacia una economía baja en carbono, cambios demográficos y fragmentación geopolítica. Este contexto posiciona a los mercados privados como una herramienta para los inversionistas que buscan navegar las complejidades del entorno financiero actual.
La inversión en infraestructura toma protagonismo como clase de activo, ofreciendo grandes oportunidades y un potencial de inversión a largo plazo, especialmente aquellas relacionadas con la transición hacia fuentes de energía con bajas emisiones de carbono. De hecho, la necesidad de reconfigurar el sistema energético mundial presenta una de las mayores oportunidades de inversión actuales, especialmente en áreas como el almacenamiento de energía y la electrificación del transporte.
La deuda privada continúa creciendo en interés ya que el aumento en el costo de capital hace que los prestatarios busquen soluciones de financiamiento flexibles y personalizadas a sus necesidades. También buscan la mayor certeza en el financiamiento que proporciona el mercado privado vs el público.
En un entorno de volatilidad e incertidumbre, los inversionistas se encuentran en la búsqueda de oportunidades que le brinden estabilidad y crecimiento a largo plazo. La inversión en bienes raíces emerge como una opción atractiva, especialmente en un momento en que las valoraciones están ajustándose y se pueden adquirir activos de alta calidad a precios favorables. A pesar de los desafíos que presenta el actual panorama financiero, la historia nos enseña que la clase de activos inmobiliarios tiende a destacarse después de períodos de disrupción, lo que sugiere que este entorno de reevaluación podría ser una oportunidad única.
En este 2024, la lección clave es reconocer que los mercados privados no son una opción de inversión monolítica. Al revés, abarcan diversos sectores, geografías, estilos de inversión y apetitos de riesgo. El éxito radica en comprender las características únicas de cada clase de activo privado y elegir opciones que se alineen con las necesidades del inversor y sus objetivos de inversión.
En esta era de transformación global, los mercados privados se presentan como un aliado estratégico para los inversores que buscan estabilidad, crecimiento y adaptabilidad. Aprovechar las oportunidades dentro de los mercados privados no es solo una decisión financiera; es un movimiento estratégico fundamental hacia un futuro marcado por la resiliencia, la innovación y la capacidad de prosperar en medio del cambio.
Por: Roque Calleja*
*El autor es jefe del equipo de especialistas en alternativos de BlackRock para el negocio institucional de las Américas.
Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes Colombia.
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