Para el segundo semestre del 2024 se espera que el Banco de la República acelere el paso con los recortes de tasas más adelante y que el dólar siga en su tendencia a la baja.

Tras terminar la primera mitad de este 2024, vale la pena poner sobre la mesa qué vimos, qué nos sorprendió y qué esperamos suceda en el segundo tiempo del año.

Dentro de las proyecciones que se cumplieron en el primer semestre, la continuidad en la caída de la inflación y la desaceleración de la economía llaman la atención. En Alianza a finales del año pasado planteábamos que esperábamos una rápida caída de la variación de precios al consumidor en los primeros meses del año, ayudada por el efecto base de comparación y por la menos demanda de la economía que seguiría atravesando por un ciclo de enfriamiento.

Ambas tendencias se han materializado, y hoy vemos que la inflación casi que se ha dividido a la mitad frente al descomunal 13.3% que registramos en marzo del 2023, mientras que la economía crece tímidamente y tendría un avance cercano al 1.0% en la primera mitad del 2024. También esperábamos que la política dejara de ser protagonista en los precios de los activos, algo que cada vez lo entienden más inversionistas y clientes.

Mientras tanto, las tasas de interés del BanRep han seguido cayendo tal y como lo esperábamos, pero nos sorprendió su accionar un poco más lento, con recortes de 50 puntos básicos, cuando anticipábamos que la tasa real en terreno contractivo y la tendencia des inflacionaria convenciera a la Junta de ir un poco más rápido con los recortes. En el escenario externo nos sorprendió también la resiliencia de la economía americana y por tanto la respuesta cauta que adoptó la Reserva Federal frente a los recortes de tasas. Igualmente sorprendió la convulsión del peso mexicano tras las elecciones del pasado mes de junio y posterior impacto en la moneda local, y llevándola a niveles más altos de lo que esperábamos.

Ahora bien, con el primer tiempo jugado y pensando en lo que nos depara la segunda mitad, en Alianza estamos reafirmando nuestra postura frente a la economía y la inflación. También creemos que el Banco de la República va a acelerar el paso con los recortes más adelante este año y el dólar retomaría la senda bajista que describimos desde 2023 si en México se calman las aguas (como pareciese está ocurriendo) y la Fed finalmente inicia su flexibilización.

Esperamos que la economía colombiana crezca 1,5% este año (sin cambios frente a nuestro pronóstico de hace 6 meses), y que esta tímida demanda traiga consigo una mayor moderación de la inflación, llevándola al cierre del año a un rango entre el 5,6% y 5,8% (sin mayores cambios frente a nuestro escenario de diciembre). Esto le permitiría al BanRep empezar a ejecutar recortes de 75 pbs y terminar el año con una tasa de intervención cercana al 8.5% (antes veíamos un cierre de año 1 punto más bajo).

Mientras tanto seguimos firmes con nuestra tesis en materia cambiaria, en donde lo más importante es la dinámica de las monedas a nivel global y regional. En ese sentido, bajo el supuesto de que la Reserva Federal finalmente se anime con sus recortes y que el peso mexicano retome su lugar como una de las monedas más atractivas del planeta, vemos el peso colombiano acercándose a los $3.800 al cierre del año, lo cual nos deja con una diferencia cercana a los $250 frente al consenso de analistas del mercado. 

Por: David Cubides*
*El autor es economista de la Universidad de los Andes, con formación en el ITAM de México, Maestría de la Sorbona de París y estudios de Doctorado en Economía en la Universidad de Barcelona. Ha trabajado en el equipo de análisis económico de Citibank, como economista senior del Banco Popular, consultor del Banco Interamericano de Desarrollo y como subgerente de estudios económicos de Itaú Colombia. Es profesor de cátedra de la Universidad de los Andes y actualmente se desempeña como el Director de Investigaciones Económicas de Alianza.

Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes Colombia.

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