Más de dos meses después de que el Grupo Gilinski notificara al mercado que había recibido ofertas de inversionistas internacionales para enajenar partes del Grupo Nutresa, sus socios árabes le plantearon la compra del grueso de su participación.

A finales de mayo, el Grupo Gilinski notificó al mercado que había recibido ofertas de inversionistas internacionales para enajenar partes del Grupo Nutresa. Dos meses después, la historia dio un giro de 180 grados pero no inesperado.

Hoy se supo que la familia Gilinski cederá el control de Nutresa sus socios emiratíes de IHC Capital y que el empresario caleño solo retendría entre el 10% y el 15% de la multilatina paisa.

Según el medio Primera Página, el anuncio de Gilinski al mercado por medio de información relevante desató el viaje de los árabes del IHC a Colombia quienes se convencieron de primera mano de que el negocio valía la pena.

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“Tras ese viaje plantearon a Gilinski si quería venderles su parte. El colombiano respondió sin rodeos que, dados los números (una utilidad muy grande), preferían hacer el cash definitivo por el negocio”, reportó PP.

Ante ello, IHC, un holding de inversiones con activos por cuatro billones de dólares, liderado por el jeque Tahnoun bin Zayed Al Nahyan, hijo del fundador de los Emiratos Árabes Unidos, Sheikh Zayed bin Sultan Al Nahyan, dubitativo al comienzo advirtió que prefería mantener el negocio a largo plazo de Nutresa con el que se queda por algo menos de US$8.000 millones.

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Se trata de una ganga frente a la valoración hecha por dos bancas de inversión de Nutresa: entre 10.000 millones de dólares y 12.500 millones de dólares.

Según PP, después de que una empresa de la familia real emiratí – no IHC – pague la parte a los Gilinski éstos se quedan con un pedazo. Pero luego los árabes van a vender algunos segmentos o divisiones de Nutresa que no les interesan.

Durante la ‘guerra de las OPAS’, Gilinski y sus socios árabes invirtieron más de US$3.000 millones para hacerse al control de Nutresa, una compañía que, además de ser conocida por su presencia en la vida cotidiana de los colombianos, engloba más de 150 marcas, que incluyen Zenú, Pietrán, Jet, Ranchera, Tosh, Festival, Crem Helado, Colcafé y restaurantes como El Corral y Leños & Carbón.