Alejandro Castañeda, presidente del gremio de las térmicas, dijo que $3 billones en inversiones están paralizadas a raíz de la incertidumbre jurídica e institucional que afecta al sector.

“No hay una bala de plata que solucione todo, el Gobierno tiene que pasar del discurso a la acción”, sostiene el presidente de Andeg, Alejandro Castañeda, al analizar la coyuntura paradójica que enfrenta el país en materia energética: la demanda está creciendo pero la oferta no avanza el mismo ritmo.

¿La razón? “Todos los días dicen que no necesitan las térmicas cuando sin éstas el sistema habría colapsado y el país se habría apagado en medio del fenómeno de El Niño”, afirma el directivo gremial. “El Gobierno debe generar confianza ya que el sector privado es el más interesado en apoyar la transición energética”.

La paradoja es que hay unos $3 billones en inversiones paralizadas por la incertidumbre jurídica e institucional y que de las 14 empresas afiliadas a Andeg 9 ó 10 tienen proyectos de renovables en su ‘pipeline’, porque quieren ser parte de la transición y seguir creciendo.

“Esto no es con el corazón, es un tema técnico”, insiste este economista. El diagnóstico es claro: 80% de los embalses colombianos se desocupan en menos de tres meses en momentos de baja hidrología, como ocurrió recientemente, cuando las térmicas alcanzaron a atender hasta el 56% de la demanda eléctrica para guardar agua para el verano y El Niño. 

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“La energía térmica está para darle soporte y firmeza al sistema y garantizarles la energía a los usuarios 7 x 24 durante los 365 días del año. Por ello, los combustibles seguirán siendo durante los próximos 30 años la base sobre la cual se apalanca la entrada de las renovables”.

El argumento de Castañeda es que todas las fuentes de energía deben ser bienvenidas para hacer realidad la transición energética. En Europa, Alemania se vio obligada a encender sus térmicas luego de que adoptara la decisión de apagar las centrales nucleares y de suspender las importaciones de gas ruso, tras la invasión a Ucrania.

“El problema no es el combustible que se usa para generar sino cuánto se emite y qué hacemos con esas emisiones, cómo las mitigamos y neutralizamos. El reto es la carbono neutralidad, cómo hacemos para que esto sea neutro y la pregunta es cómo lo vamos a lograr al 2050”.

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Por ello, Castañeda dijo que el reto del país es tener un marco institucional claro y con reglas de juego estables. 

“No tener una Creg funcional nos da que puede haber unos $3 billones anuales en inversiones quietas, congeladas y eso no le sirve a nadie. El principal afectado será el usuario porque la calidad del servicio se puede venir abajo”.

A ello se añade la incertidumbre sobre la oferta de gas. 

“Consumimos como térmicos casi 624 Giga BTU, que es casi el 40%-45% del total que consume el país en el día a día. La gran mayoría de ellos depende de una fuente que es la importación de gas”.

En carbón, fueron consumidos unas 508.000 toneladas mensuales (50% de lo que se demanda en Colombia) mientras que en combustibles líquidos la cifra fue más baja: 408.000 barriles diarios, equivalentes al 17% del total nacional.