Con agosto inició el semestre con más eventos en Colombia. Esto demuestra el potencial de este renglón para el país, que en naciones como República Dominicana, representa unos 10 millones de turistas en el año.

A partir de agosto inició el semestre de los eventos en nuestro país y en el mundo. Con el Colombia Tech Week, una iniciativa que durante dos semanas unió más de 70 eventos individuales en un recorrido por Bogotá, Cali y Barranquilla, se mostró en todo su esplendor el despegue del ecosistema de emprendimientos tecnológicos.

En Cartagena, el Wedding Dreams Forum evidenció la potencia de la ciudad como epicentro del turismo de bodas del continente. En el reciente partido de la Selección Colombia en Barranquilla, la llegada de más de 40.000 hinchas de fuera de la ciudad demuestra que la pasión por los eventos deportivos sigue en pleno vigor. En Medellín el CEC de la ANDI de hace unos días y próximamente el evento Conexión Entrepreneur Summit, reflejan el rol fundamental de la capital de Antioquia como bastión de empresarios y emprendedores en Colombia.

Y prontamente viene la COP16 en Cali, que promete ser un punto de inflexión en la ciudad, dada la vocación internacional y el nivel de los asistentes que congrega. Eso, sin mencionar el sinnúmero de eventos musicales que ocurrieron en simultánea en la capital en los últimos días.

¿Qué tienen en común todos estos eventos tan disímiles? Todos generan un gran impacto en la cadena de valor del turismo, que incluye hoteles, restaurantes, aerolíneas, transportadores comerciantes y muchos más. Pero no solo es ese derrame económico, que en mega eventos como el Carnaval de Barranquilla puede llegar a US$ 100 millones, sino también en transferencia de conocimiento, posicionamiento de la ciudad y atracción de inversión. Muchos de esos visitantes que vienen para un foro, congreso o partido específico terminan, gracias a una buena experiencia, retornando al destino posteriormente para disfrutar de su oferta complementaria. 

En el país contamos con grandes complejos de eventos, siendo el más representativo el de Corferias y Ágora en Bogotá y cada vez mayor profesionalismo en la ejecución de estos. Dado que hay eventos de todo tipo y varían mucho en tamaño, contenido y organización es importante diseñar estrategias nacionales y locales que permitan a los territorios captar aquellos que se ajusten a su infraestructura y vocación turística existente. Esta apuesta se convierte en un catalizador para que el país logre atraer el número de turistas al que aspiramos.  Aprendamos de República Dominicana, que apalancado en el turismo de eventos, logró más de 10 millones de turistas el año pasado, casi doblando a Colombia. ¡Si se puede!

Por: Ricardo Plata Sarabia*
*El autor es socio Director de Storm Capital.

Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes Colombia.

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