América Latina está soltando su rezago tecnológico y avanza a pasos de gigante en el tema de pagos digitales. Colombia vivirá un momento crucial en 2025. ¿Qué viene en esta área?

El mercado de pagos en América Latina está en un momento crucial. La región, a menudo percibida como rezagada en innovación tecnológica, está comenzando a sorprender al mundo. Hoy, estamos viendo una transformación que apenas comienza, pero que seguro tendrá un impacto monumental. En un contexto donde la digitalización y la adopción tecnológica avanzan con fuerza, América Latina se perfila como un jugador clave en el mercado global de pagos digitales.

El reciente Global Payments Report de Boston Consulting Group (BCG) proyecta que la industria de pagos en América Latina crecerá a un ritmo anual del 7% hasta 2028, alcanzando los 297 mil millones de dólares. Este crecimiento destacado contrasta con la desaceleración en mercados más maduros como Estados Unidos y Europa, donde las tasas apenas alcanzan el 3%. A nivel global, la industria de pagos se proyecta en 2,3 billones de dólares para 2028, con una tasa de crecimiento más moderada del 5%, tras haber registrado un 9% en los últimos cinco años. 

¿Por qué esta diferencia? En gran parte, porque la región aún tiene mucho espacio para crecer. La transición de los pagos en efectivo a los digitales está lejos de completarse, y la inclusión financiera sigue siendo un desafío. Sin embargo, este desafío es, en realidad, una oportunidad sin igual. Las empresas que logren ofrecer soluciones digitales accesibles estarán en una posición inmejorable para capitalizar este crecimiento.

Un ejemplo emblemático es Brasil, donde el sistema de pagos PIX ha demostrado cómo las transacciones cuenta a cuenta pueden transformar el mercado. Este modelo podría replicarse en otros países de la región, impulsando aún más la adopción de pagos digitales. Colombia también muestra señales positivas, con un crecimiento del mercado de pagos del 4% desde 2018, y una proyección del 6% para 2028. Iniciativas como Bre-B, el nuevo sistema de pagos electrónicos en desarrollo, serán fundamentales para modernizar la infraestructura financiera y adaptarla a las necesidades locales.

No obstante, las oportunidades vienen acompañadas de retos. Las empresas enfrentan la necesidad de superar la deuda tecnológica acumulada y modernizar sistemas financieros anticuados. Quienes inviertan en arquitecturas modulares en la nube y soluciones ágiles estarán mejor posicionados para liderar esta nueva era.

Otro factor clave es la inteligencia artificial generativa (GenAI), que ya está revolucionando la industria de pagos. Las empresas que han adoptado esta tecnología están optimizando su eficiencia operativa y personalizando la experiencia del cliente a gran escala, lo que además permite detectar fraudes con mayor precisión. Asimismo, las monedas digitales de bancos centrales (CBDCs) y los pagos instantáneos están alterando el panorama de las transacciones, y será esencial que las empresas de pagos integren estas tecnologías para no quedarse atrás.

En definitiva, América Latina tiene el potencial para convertirse en el próximo gigante de los pagos digitales, pero este futuro dependerá de la capacidad de las empresas y gobiernos de actuar con audacia. Las decisiones que se tomen hoy determinarán quién liderará este nuevo escenario. La oportunidad es enorme, y la región está más que preparada para aprovecharla.

Por: Alejandro Tfeli*
*El autor es managing Director & Partner de BCG.

Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes Colombia.

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