J.D. Vance, el nuevo vicepresidente de Estados Unidos, es el primero en llegar a ese cargo con experiencia directa en el mundo de la tecnología. ¿Qué viene?

Para los que seguimos las elecciones de Estados Unidos (EE.UU.) cada 4 años como quien ve la final del Mundial, este ejercicio electoral trajo sorpresas en muchos frentes. Sin adentrarnos en las múltiples vicisitudes políticas, una de esas ocurrencias inesperadas fue la elección de J.D. Vance, como Vicepresidente de EE.UU., siendo el primero en llegar a ese cargo con experiencia directa en el mundo de la tecnología. 

Primero, un poco de contexto. J.D. Vance es un brillante abogado de 40 años, que inició su carrera profesional con un breve paso por el derecho corporativo y luego migró rápidamente a San Francisco a trabajar con Mithril Capital, el fondo de inversión de Peter Thiel. Luego estuvo con Revolution LLC, el fondo de growth creado por Steve Case, el fundador de AOL. Finalmente, en 2019 constituyó Narya Capital, con inversiones de Thiel, Marc Andreessen de a16z y Eric Schmidt, exCEO de Google, entre otros.

Su relación como empleado y luego socio de algunos de los nombres más reconocidos de Silicon Valley son un buen primer indicio del interés y conocimiento que tiene el vicepresidente electo de la mayor potencia mundial sobre el ecosistema de emprendimiento de base tecnológica. La expectativa que genera su llegada a la Casa Blanca como parte del círculo más íntimo del Presidente Trump, ilusiona sobre las posibilidad del un gobierno de USA con apuestas ambiciosas en ese tema. Pero, ¿qué piensa el VP Vance sobre temas de innovación, regulación y competencia? 

En una charla en un evento de Y Combinator a principios de año Vance dio luces acerca de algunas de sus posiciones al respecto. Lo primero en lo que hizo hincapié es que se necesita más competencia y más innovación y que no puede haber la una sin la otra. Adicionalmente, que el foco en el precio del consumidor no debe ser la única variable clave en para evaluar la salud de un mercado.

Una implicación, para él, es que en los mercados donde las empresas establecidas tengas ventajas insuperables, los mecanismos antimonopolios deben ser una opción para separar las verticales integradas de los incumbents. El efecto práctico es que está de acuerdo en que se desmantelen gigantes como Google o Facebook en la medida en que el dominio de su mercado no permita que las startups escalen. Esto parte de una visión más amplia donde le preocupa el rol de estas empresas en la discusión pública norteamericana. 

Con respecto a la regulación de cripto y blockchain, cuestiona la manera en que el SEC ha abordado su regulación y apoya el uso de tokens con utilidad, especialmente como herramienta clave de los potenciales contendores a las empresas de redes sociales. 

Finalmente hace énfasis en que “el personal determina la política pública”. Habrá que ver quienes llegan a los cargos de poder regulatorio en el gobierno Trump II.

Por: Ricardo Plata Sarabia
*El autor es cofundador de Potencia, una firma de consultoría para ciudades y territorios, donde trabaja temas de desarrollo económico, turismo y ecosistema tech y director de Storm Capital, un fondo de VC en etapa temprana. Ha sido miembro de juntas directivas del sector público, privado y fundacional y ángel inversionista. 

Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes.

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